Un libro que señala el camino para liberarnos de las distracciones de la vida cotidiana para construir la vida que deseamos. 

Las distracciones, que están por todas partes, son enemigas de nuestra felicidad, ya que nos impiden centrarnos en lo que realmente importa y nos sumergen en estados de ansiedad, estrés y frustración contante. 

De manera que si lo que realmente deseamos es vivir con alegría y traer bienestar a nuestra vida, debemos aprender a gestionarlas para que no se interpongan en nuestro camino y nos impidan conseguir nuestros objetivos. 

En Lo que verdaderamente importa, Joshua Becker nos brinda herramientas para lograr:  

• Identificar las actividades que son realmente importantes. 

• Alinear nuestros sueños con nuestras prioridades diarias. 

• Entender que la necesidad de tener cada vez más dinero y posesiones nos impide ser felices. 

• Tomar conciencia de que la opinión de los demás sobre nosotros influye en nuestras elecciones. 

• Reconocer lo que realmente nos apasiona y dedicarnos a ello.  

• Aprender a gestionar todos esos mensajes, correos, quehaceres y notificaciones que recibimos constantemente. 

• Aprender de los errores y cambiar los malos hábitos que tenemos incorporados.  

Este libro nos ayudará a dejar de lado la sensación de estar atrapados en un bucle, sin tiempo para hacer lo que verdaderamente nos importa por centrarnos, equivocadamente, en otras cosas.  

Se puede objetar que Polo, aun siendo todavía y en buena medida desconocido incluso en su propia casa, es un pensador que destaca sobre todo en antropología, metafísica y teoría del conocimiento, pero no en ética. Entonces, ¿por qué tomarlo como guía en ética, si esta no es una de sus fortalezas? Porque, sin una radical antropología y sin una fundamental metafísica, la ética resultante es endeble.
Para dar cuenta de esta afirmación, tal vez baste la lectura de este libro, porque “basta mirar la proliferación de concepciones éticas que se presentan para advertir su carácter fragmentario, deudor de la visión reduccionista de los elementos que integran la acción humana, con la consiguiente abstracción incompleta que ignora ese centro de unidad que es la persona” (Polo, L., Escritos menores, II, 220).