Cuando autores como Chiovenda y Carnelutti escribían en la primera mitad del siglo xx sobre la teoría de la prueba documental, la cámara Leica I, de 1925, empezaba a popularizar la fotografía. A partir de ese momento, la complejidad y los tipos diferentes de documentos solo han aumentado: entre esos, muchos cuya existencia Chiovenda y Carnelutti no podían ni siquiera imaginar. En la segunda mitad del siglo xx, además, importantes trabajos en el campo de la lingüística y la semiótica, pero también en la teoría de la fotografía, pasaron a subrayar la multiplicidad de sentidos de las palabras y de las imágenes. Demostraron así que una misma situación de hecho puede ser representada de formas muy distintas; algo que tiene el potencial no solo de cambiar las representaciones, sino también las posibles interpretaciones. En un mundo de iPhones, cámaras de seguridad, algoritmos, correos electrónicos y otros tantos documentos, es necesario entonces permitir que el paso del tiempo se refleje también en una nueva forma, más actual, de trabajar jurídicamente con documentos. Es exactamente esa la propuesta de este libro: desarrollar una teoría de la prueba documental compatible con las tecnologías y teorías actuales, demostrando los problemas y cuidados necesarios para manejar este tipo de pruebas.

As personaxes deste libro están medrando. Ou quizais non se decaten de que xa remataron de medrar. Da adolescencia á trintena, as voces que tecen "A parte fácil" aprenden a convivir con sentimentos de culpa que non lles pertencen, coa vergonza, con segredos familiares antigos e recentes... A dificultade para comunicarse co mundo déixaos illados na inquietante xordeira de quen afunde a cabeza relaxadamente nunha bañeira chea de auga e sopesa a idea de non erguerse nunca máis. Os contos de "A parte fácil" conforman o primeiro libro de narrativa de Ismael Ramos.

Este viacrucis del Grupo Getsemaní no es una propuesta al uso, sino más bien una lectura actualizada de la realidad de hoy desde los márgenes, desde las periferias, desde el lugar donde habitan los preferidos de Jesús de Nazaret.Las catorce estaciones son catorce paradas, catorce pausas para reflexionar sobre una realidad, más o menos cercana, pero real, presente en nuestro mundo. Catorce paradas para salir, para ser "Iglesia en salida", como dice el papa Francisco apuntando hacia donde hay que salir, porque hay que salir, de eso no cabe duda.Cada una de las estaciones de este viacrucis "en salida" consta de una ilustración, una canción -con su letra, acordes y partitura- y tres apartados: "Para comprender", que nos introduce en la canción y en su mensaje implícito y explícito; "Citas bíblicas", que nos iluminan desde la Palabra de Dios, y "Comentario", realizado por Dori Díaz, que hace un aterrizaje humano de cada una de las situaciones que se cantan y describen. Toda una invitación a parar y orar.Las 14 canciones se pueden reproducir por separado o de manera conjunta.