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Creador de la comedia en Francia, Jean-Baptiste Poquelin, Molière (1622-1673), entreveró la capacidad de observación, el talento literario y el impulso crítico para alumbrar un género dramático en el que los propios contemporáneos suministraban la materia adecuada para la creación de personajes inolvidables que animan tramas perfectamente estructuradas. El presente volumen reúne dos de sus obras más célebres, muy distintas entre sí aunque con el denominador común de incidir en los nuevos aires “socializadores” promovidos por el reinado de Luis XIV. Si en “El misántropo” (1666) es un atrabiliario miembro de la nobleza el que, enamorado, se “suicida” socialmente en una comedia a la postre sombría, “El burgués gentilhombre” (1670) hace chanza de un burgués enriquecido cuyas ínfulas y cuyo afán por codearse con la aristocracia lo llevan al ridículo.
Prólogo y traducción de Mauro Armiño
Renovador del exhausto género de la comedia en Francia, Jean-Baptiste Poquelin, Molière, entreveró la capacidad de observación, el talento literario y el impulso crítico, para alumbrar un espectáculo nuevo en el que los propios contemporáneos suministraban la materia adecuada para la creación de personajes inolvidables que animan tramas perfectamente estructuradas. El presente volumen reúne dos de sus obras más características: "Tartufo o El impostor" (1644), sátira sobre la falsa religiosidad cuyo personaje principal ha trascendido, con el paso del tiempo, a la categoría de arquetipo, y "Don Juan o El festín de piedra" (1665), en la que el dramaturgo, anticipándose a los personajes de Gide y de Genet, transforma al célebre seductor y libertino en campeón de la libertad absoluta, aunque la busque por el camino del mal.
• Traducción: Carlos R. Dampierre.
Renovador del exhausto género de la comedia en Francia, Jean-Baptiste Poquelin, Molière (1622-1673), entreveró la capacidad de observación, el talento literario y el impulso crítico para alumbrar un espectáculo nuevo en el que los propios contemporáneos suministraban la materia adecuada para la creación de personajes inolvidables que animan tramas perfectamente estructuradas. El presente volumen reúne dos de sus obras más características. En “El avaro” (1668), su protagonista, Harpagón, se nos muestra consumido por su pasión hacia el dinero, pero ansioso de amor y de respeto, aproximándose así, como señaló Goethe, a la tragedia más que a la comedia. “El enfermo imaginario” (1673) gira alrededor de la figura de un hipocondríaco que teme la intervención de los médicos, gremio cuya sátira estaba muy de moda en la época.
Prólogo y traducción de Francisco Castaño