Tras un pequeño hiato, retomamos la publicación de la exitosa obra de Atsushi Kaneko (Wet Moon). Este mundo es un parque de atracciones lleno de sangre y desechos. Vamos a bailar con la niña sanguinaria.

Una historia de amor y venganza que hará que sientas una tormenta de sentimientos en lo más profundo de tu interior.

Melanie, una chica con un futuro brillante, va en busca de su hermano drogadicto a la zona más peligrosa de Londres, el distrito de Blackrock, lugar donde los adictos irrecuperables se drogan.

Una vez allí, conoce a Thomas, camello de su hermano, uno de los más importantes de la ciudad y mano derecha de uno de los tipos con más poder de la misma. Tras encontrar a su hermano con su ayuda, Mel y Thomas, casi sin darse cuenta, inician una relación que les hará replantearse no solo la vida que han llevado hasta ahora, sino el camino que desean continuar.

Pero dejar atrás su pasado e iniciar un nuevo futuro no será fácil para ninguno de los dos, sobre todo para Thomas. Con mucho en juego para todas las piezas de este puzle, no solo su amor estará en peligro, sino también sus propias vidas.

¿Quién salvará al mundo? ¿Ella? Una sanguinaria heroína, cándida y despiadada. Deathco. En esta ocasión, sucesos del pasado salen a la luz, con la aparición del más despreciable de los fantasmas del ayer. Un nombre que emociona a los Reapers que han tenido el talento o la suerte de sobrevivir hasta la actualidad...

Reaper un día... ¿Reaper para siempre? Mientras Deathco descubre la verdad sobre el oscuro pacto que acaba de firmar, la organización Guild tiene un nuevo objetivo. El trofeo es un científico loco que ha desarrollado una letal arma química. Pero... ¿se puede salvar un mundo que se odia con toda el alma?

Deathco, más sangrienta y maquiavélica que nunca, acecha a sus presas sin descanso y siembra la muerte a su paso. Lamentablemente para nuestra protagonista, un día tendrá que pagar por todos sus actos. Es la ley del Karma. En su caótico recorrido, la asesina adolescente encontrará a alguien más fuerte que ella...

El Nilo no es un río. El Nilo es más. El mayor de los ríos africanos es el corazón de cientos de pueblos, el granero que durante siglos ha alimentado a millones de personas y el testigo infatigable del ascenso y el ocaso de las dinastías de faraones más poderosas de la tierra.
Durante 6.695 kilómetros que brotan de lo más profundo de África, el Nilo sortea montañas, acantilados y pantanos para avanzar imperturbable hacia el norte y desafiar al desierto antes de alcanzar el Mediterráneo. Su nombre evoca los secretos de pirámides imposibles o de cámaras subterráneas llenas de tesoros y alimenta el orgullo de civilizaciones milenarias que aún hoy luchan por su supervivencia. El Nilo no es un río. El Nilo es un trozo de alma de la cultura occidental. Porque, a lo largo de la historia, el río de los ríos ha sido sobre todo una oportunidad.

En una sociedad en la que cualquier persona puede ser un peligroso asesino, Deathco inicia su reinado del terror. Esta melancólica y gótica adolescente odia el mundo en el que vive y está dispuesta a demostrarlo usando todas las herramientas a su disposición. Cada noche, Deathco abandona el sótano de su castillo, el lugar en el que frabrica todo tipo de mortales instrumentos, y sale de caza. Con ella fuera, la muerte acecha en cada esquina.
El catálogo manga de ECC Ediciones se amplía con el desembarco de Deathco, uno de los proyectos más recientes de Atsushi Kaneko, responsable de Wet Moon. Este sugerente autor ha conquistado a la crítica y el público de todo el globo, en especial al exigente mercado francés, en el que ha cosechado galardones de la talla del Premio Asia de la Crítica ABCBD 2014, concedido por los miembros de la Asociación de críticos y periodistas especializados en BD del país galo, gracias a su labor en Wet Moon. Ahora, llega el momento de continuar explorando el imaginario de este irrepetible autor, a través de un original seinen de acción publicado originalmente por la revista Comic Beam y ambientado en una distopía punk tan peligrosa como fascinante.