9788425344275
De cero a Rock Hero «Un electrificante curso de guitarra eléctrica»
OWEN EDWARDS
Editorial: Grijalbo Fecha de publicación: 14/05/2010 Páginas: 192Formato: 24,7 x 22,7 cm.
El presente volumen reúne una serie de trabajos, algunos de ellos inéditos, que Bernard Williams escribió sobre una variedad de temas, óperas concretas y compositores. Dos aspectos de la música poseen especial importancia para él: las exigencias de la composición, interpretación y representación de la ópera, por una parte, y la inmediatez y la fuerza de su impacto emocional, la capacidad de la música para conmover tanto el corazón como el intelecto, por la otra. Estos ensayos, en los que Williams despliega su pasión y lucidez, examinan e ilustran el atractivo permanente de la ópera como forma de arte.
Un completísimo trabajo pedagógico avalado por Jim Hall y Paco de Lucía que ofrece las respuestas de un acreditado músico después de años de diálogo con su guitarra.
Contiene una amplia selección de partituras, secretos y tablas que ayudarán a los aficionados a convertirse en auténticos virtuosos, capacitándolos para tocar lo que imaginan. Ofrece información detallada temáticamente.
Cuando Clara llega a casa de los abuelos de su amigo Federico para pasar unas vacaciones, no puede imaginar todo lo que va aprender en esos días. El abuelo de Federico es un experto en temas musicales y, cuando era joven, tuvo la suerte de que uno de sus profesores le regalase una máquina del tiempo con la que desplazarse mágica y fácilmente a cualquier momento histórico anterior. Es así como los dos niños conocen en persona a los grandes músicos del pasado. También este libro ameno y divertido es una máquina del tiempo que permite a los lectores hacer un viaje por la historia de la música desde los cavernícolas hasta los Beatles. Rico en ilustraciones, nos enseña no sólo datos y nombres imprescindibles de los grandes compositores (desde Adam de la Halle y Vivaldi hasta Mahler y Gershwin), sino también que la música siempre ha estado presente en la vida de los seres humanos.
¿Qué es el duende? Los artistas flamencos responden a esta pregunta una y otra vez, prácticamente en cada entrevista. García Lorca trató de responderla en 1933 y, si bien es cierto que Manuel Torres o la Niña de los Peines tienen mucho que decir al respecto, el duende no es únicamente flamenco. La música, la danza y la poesía hablada son sus ámbitos predilectos.
En este recorrido por su vida, Lang Lang relata su gran pasión por la música desde muy temprana edad, la relación con sus padres, su determinación por ser concertista de piano y la profunda competitividad inculcada por la cultura china. A los nueve años, se traslada con su padre a Beijing para estudiar en el conservatorio. Después de años de intensas horas de estudio, Lang Lang se presenta a numerosos concursos internacionales que gana. Gracias a ello se traslada a Estados Unidos donde estudia en el Instituto Curtis de Filadelfia. Este es el viaje por el crecimiento personal y el desarrollo de un niño prodigio, un músico con un talento excepcional.
Lang Lang nació en 1982 en Shenyang (China). Empezó a tomar lecciones de piano a los tres años y a los cinco dio su primer recital. Estudió en el Conservatorio de Pekín y en el Instituto Curtis de Filadelfia. En 1999, a los 17 años, tuvo que sustituir en el último momento a un indispuesto André Watts en el Festival Gala de la Centuria de Ravinia. The Chicago Tribune le calificó como el más grande y excitante talento del piano descubierto en muchos años. Ha actuado con las principales orquestas del mundo y ha colaborado con directores que incluyen a Daniel Barenboim y Zubin Mehta entre otros.
MUSICA. DANZA.
Érase un muchacho de humilde y acuático linaje (la residencia familiar había sido una barcaza hasta la generación anterior) que quería ser músico o pintor y que logró ambas cosas, sobre todo la primera, en grado superlativo: ahora vende sus cuadros a precios absurdos y desde 1975 toca la guitarra en la banda de rock más famosa, más longeva y más luciferina del planeta. Ahora, alcanzada una edad en que la mayoría de sus coetáneos saborea la inminencia de una modesta y bien merecida jubilación, el susodicho puede recordar (lo cual es sin duda notable) varias décadas empapadas en cantidades épicas de cerveza y otros líquidos más severos; amenizadas por complacientes señoritas proclives al desnudo y el coito; alegradas por frenéticas orgías en mansiones victorianas o por joviales vandalismos en hoteles de lujo; pulidas en el asiduo roce de príncipes, beodos, estafadores, ministros, artistas, intelectuales y camellos; viajadas en aviones privados y bronceadas al sol de exóticas playas; estupefactas de amor a los humos, píldoras y polvos no recomendados por las autoridades sanitarias; y, claro está, presididas por el (rara vez sosegado) oficio de darle cuerda a la banda más famosa, más longeva y más luciferina del planeta.
O sea, el guitarrista Ronald David Wood nos cuenta sus peripecias musicales y extramusicales en compañía de sujetos como Jeff Beck, Rod Stewart, Keith Richards, Mick Jagger, John Lennon, George Harrison, Bob Dylan, Jimi Hendrix, Eric Clapton, Tony Curtis, Bob Marley, John Belushi, Muhammad Ali o Groucho Marx, por citar sólo a algunos de los más conocidos (entre los desconocidos hay personajes no menos estremecedores). El resultado es un incesante catálogo de anécdotas estrambóticas, bochornosas, dramáticas o ridículas narradas, eso sí, con bastante buen humor y sin pelos en la lengua.