En la mañana del 29 de febrero de 1704, cuando los colones ingleses de Deerfield, Massachussets, aún estaban dormidos, un grupo de guerreros indios abrió fuego sobre la población y secuestró a más de cien colonos. Entre ellos estaba el célebre reverendo John Williams, su mujer y sus cinco hijos. Después de dos años de cautiverio, el reverendo es liberado, pero los mohawks se niegan a devolver a la pequeña Eunice.

Con asombroso rigor narrativo, Demos teje la dramática historia del reverendo Williams por recuperar a su hija, convirtiendo a Eunice en un poderoso símbolo de temas candentes como la raza, el papel de la mujer en sociedades distintas y el cruce de fronteras culturales.

El Museo del Prado atesora una de las mejores y más singulares colecciones de pintura de desnudo de la Edad Moderna europea. Reunidas a lo largo de la larga historia coleccionista de la corte española, algunas de estas obras alcanzan las más altas cotas de excelencia en uno de los asuntos artísticos y morales más fundamentales de la historia del arte occidental como es el desnudo.
Ahora, los desnudos de Durero, Tiziano, Veronés, Rubens o Goya, entre otras, se reúnen de nuevo en un ámbito singular, dialogando estrechamente como en su día lo hicieran en diferentes estancias palaciegas a las que fueron recluidas o incluso de la forma que pudieron verse, muchas de ellas, en la llamada "Sala Reservada" del Museo, cuya efímera existencia entre 1827 y 1838, significó un episodio excepcional de la historia pública de nuestras colecciones.
La presente exposición es fruto del trabajo de investigación realizado por el conservador Javier Portús Pérez para su estudio La Sala Reservada del Museo del Prado y la colección de pintura de desnudo en la corte española, publicado en 1998. Convertido ahora a un formato expositivo, la muestra nos ofrece la oportunidad de reflexionar sobre el desarrollo histórico de nuestras colecciones de desnudo a la vez que facilita al espectador una deslumbrante y única experiencia visual.

Una fruta, una canasta, un reloj. Objetos simples representados en un grabado egipcio, un pasaje de Joyce o una pintura de Van Gogh. Este es el punto de partida de un ensayo que aborda la fascinación que muchos pintores han sentido por el bodegón y su influencia a lo largo de la historia del arte.
Guy Davenport entrelaza la crítica literaria con la historia del arte para analizar las funciones simbólicas e iconográficas del objeto y las múltiples formas de su representación. En esta presencia continuada aparece la figura del artista como un guía que indica a la sociedad la dirección de nuevos destinos y dota de sentido a las expresiones caóticas del devenir cotidiano.
Objetos sobre una mesa contiene esclarecedoras claves para entender la influencia del arte en el imaginario colectivo.

Han Israëls confirma lo que diversos investigadores intuìan pero no habían podido comprobar: que muchos de los estudios de Freud produjeron resultados contrarios a los que él describía en sus reportes y que, incluso, muchos de los traumas supuestamente padecidos por sus pacientes no eran más que inducciones suyas.
A partir del acceso a documentos inéditos sobre el "episodio de la cocaína", Israëls retrata las obsesiones que llevaron a Freud a mentir. Un libro revelador sobre el papel de la mentira en la creación del imaginario colectivo y sobre una supuesta forma de curación terapéutica que en realidad produjo estragos en los pacientes.