El viaje de España fue un encargo que le hizo Campomanes a Antonio Ponz. La obra posee un total de 17 volúmenes escritos en forma epistolar. La obra se imprimió en la imprenta de Joaquín Ibarra y se añadió de manera póstuma un tomo de 1794 referido a ciudades de Andalucía.
La obra aborda una completa descripción de todos los monumentos y patrimonio histórico-artístico que el autor fue visitando en cada provincia española. Dichas descripciones poseen una riqueza y un valor sin igual para conocer monumentos que hoy pueden incluso haber desaparecido.
En este primer tomo se ofrece la visión de las siguientes localidades: Toledo, Aranjuez, Alcalá de Henares, Guadalajara y Huete.

Este libro surge del trabajo que el propio autor llevó a cabo en el Archivo del Ayuntamiento de Tudela. En la tarea de ordenar documentos y darles una forma en la que se pudieran explicar más a fondo los temas, nace la idea de poder desarrollar una obra donde se dé cabida a toda la información importante que debía saberse sobre la ciudad de Tudela.
En todos estos artículos el autor ha procurado ceñirse literalmente al contexto de los documentos a que se refieren para no alterar su sentido. La forma de presentación, a modo de diccionario, hace que la lectura sea más sencilla y que se puedan encontrar los términos por orden alfabético y de manera más rápida

El núcleo urbano y fortificado de Urueña (Valladolid) es un singular ejemplo castellano de la supervivencia de un asentamiento acertado, configurado durante el medievo y desarrollado posteriormente, siempre conservando el sentido de su morfología. Es una muestra de evolución urbana sin rupturas en sus características.
Su historia corre pareja a la de Castilla, persistiendo las fábricas de su Castillo y de sus murallas y su primitivo núcleo urbano se amplió después con un trazado acorde a sus necesidades.
Este libro se acompaña de múltiples ilustraciones y un gran acervo bibliográfico para quien quiera aprender más sobre Urueña, donde se ubica hoy la famosísima Villa del Libro.

Esta guía surge después de que los religiosos Terciarios Capuchinos tomaran posesión de las ruinas del Monasterio de Yuste, en Cáceres, además de su iglesia vacía y de las fincas anexas al monasterio. Allí desarrollaron su labor de ora et labora durante más de cuatro años y pudieron observar que los viajeros que llegaban allí para hospedarse en sus peregrinaciones, eran totalmente desconocedores de la verdadera historia del Monasterio de Yuste, así como de la presencia en él del monarca Carlos V.
Para ello, el autor se sirvió de los muchos documentos que ya existían sobre el monasterio y su fundación, así como sobre la estancia de Carlos V. Compiló toda esta información y trató de ponerla en orden en un lenguaje claro y preciso, para que todos los lectores lo pudieran usar como una guía del viajero, fácil de leer y a la vez entretenida.

En esta obra se hace referencia la historia del bandolerismo y de la camorra en la Italia Meridional. Se refiere al estado de las Dos Sicilias, que se compone por el Reino de Nápoles, la isla de Sicilia, la de Lipari y otras más. La obra incluye las biografías de los guerrilleros catalanes Borges y Tristany.

El libro de los condenados fue la primera obra de no ficción publicada por el autor Charles Fort (primera edición, 1919). En él estudia diversos tipos de fenómenos anómalos, incluyendo los ovnis, las caídas extrañas de materiales orgánicos e inorgánicos desde el cielo, los fenómenos climáticos raros, la posible existencia de criaturas estudiadas como seres mitológicos, desapariciones de personas en extrañas circunstancias, y muchos otros fenómenos. El libro es considerado históricamente como el primer escrito en el campo específico de la rareza.
El título del libro hace referencia a lo que denominó los malditos -los datos que habían sido condenados o excluidos- por la ciencia moderna debido a que no se ajustaban a las directrices marcadas. La forma en que Fort los analizó, era totalmente contraria a cómo lo hacían los científicos más famosos, ya que tomó el camino de lo impopular, de lo que se salía de la línea marcada. También comparó la cerrazón de muchos científicos a la de los fundamentalistas religiosos, lo que implica que la supuesta "batalla" entre la ciencia y la religión es sólo una cortina de humo para afirmar que, en su opinión, la ciencia es simplemente de facto un tipo de religión. Este es un tema que Fort desarrollaría con más ahínco en sus últimos trabajos.

Los franceses sintetizan en una frase –à la guerre comme a la guerre- la expresión de conformidad con las malandanzas de los tiempos. La guerra trae consigo privaciones y sacrificios, no siendo de entre ellos los menos importantes los que a la alimentación se refieren, y que un deber de patriotismo nos impone la necesidad de sobrellevar, procurando hacerlos lo menos duros posibles.
A este propósito se encamina la publicación de “Platos de guerra”: los lectores hallarán en estas páginas la manera práctica de aderezar las vituallas que tanto en los frentes de combate como en la retaguardia les depare la suerte, dándoles el condimento apropiado para hacerlos apetitosos y nutritivos… ¡Nada menos!
La sardina es, sin diputa, el pescado de mar que mayor auge ha alcanzado entre las clases populares, debiéndose esto a que, siendo su carne sabrosa, delicada y nutritiva, hasta no hace mucho, su precio resultaba baratísimo, y, aún ahora, de entre las contadas clases de pescado con que los mercados se abastecen, la sardina es la que resulta más al alcance de la gente humilde.
La sardina se consume en fresco y en múltiples clases de conserva, para cuya elaboración se han montado grandes industrias. A nuestros lectores no interesa el método seguido para ello, que, por lo demás, es bien simple; limitándonos por tanto a dar conocer el modo casero de conservar, durante algún tiempo, el sabroso pescado que a las veces inunda los mercados y, otras, falta o escasea en muchos días.

Las páginas que se ofrecen en este libro buscan interactuar con un lector bien informado. Se trata de un gran y puro homenaje a la ciencia. La obra se compone de dos ensayos diferentes. El primero, que da título al libro, es “El culto a Príapo y sus relaciones con la teología mística de los antiguos”. En él se hace un recorrido lleno de citas a la antigüedad sobre la importancia del falo y todo lo que rodea a su adoración a niveles casi de los de un dios. El libro se acompaña de un buen corpus de ilustraciones, para comprobar que el estudio antropológico del miembro viril en su relación con las múltiples civilizaciones, no es cosa baladí, sino que siempre ha sido centro de muchas atenciones, por ser imagen y metáfora de algo tan esencial para la vida como lo es la fertilidad.

En este texto anónimo podemos vislumbrar rápidamente la total aversión hacia la Iglesia como institución. Para ello, el autor se sirve de fuentes apócrifas del medievo, que más adelante se ha demostrado que son fuentes falsas, pero de cuya lectura es difícil discernir dónde acaba la verdad y donde arranca la mentira, ya que los textos que son fehacientemente reales son de gran semejanza. Concilios tanto hispanorromanos como visigodos dejaron traslucir la lucha del clero en temas como el pudor, habiendo opiniones a favor y en contra de ese sentimiento tan humano como muchos otros actos fisiológicos.