Una sumiller joven, guapa y muy competente. Un chef apuesto, ambicioso y con un pasado algo oscuro. Un genio de la repostería, de talante discreto. Un maître culto y refinado.
Una ciudad vibrante y moderna como Barcelona. Un restaurante con tres estrellas Mi­chelin que marca tendencia y recibe a los clientes más ilustres del mundo entero es donde se sitúa esta tre­ pidante novela cuyo suspense, intriga, amores, odios, secretos e investigación periodística atrapan desde la primera página.

HAGAMOS UNA MUESCA EN EL UNIVERSO
STEVE JOBS
«Vis Molina se ha transformado en una gran electricista de las energías que discurren y desprenden algunos humanos, y ha hecho un trabajo más que importante: conectar los más electrizantes y luminosos destellos de algunos con la inquietud de tus baterías cerebrales. Pura toma de corriente.»
Joaquín Lorente, publicista y autor de los bestsellers Piensa , es gratis y Tú puedes
«Los emprendedores son,  de alguna forma, los nuevos héroes de nuestra época, como antes lo fueron guerreros y exploradores. Fruto, reflejo y guía de nuestro entorno, en  Aprender a emprender Vis Molina muestra además el  ejemplo de su gran función social como símbolo de cambio y transformación de nuestra sociedad en la dirección adecuada. »
Carlos Barrabés, emprendedor

Todas ellas, retratadas en esta obra, han sido personalidades arrolladoras, inteligentes mujeres que han sabido usar sus "armas de seducción" para conseguir aquello que se han propuesto. Con una perspicaz mirada crítica no exenta de elegancia, Vis Molina recorre la vida y trayectoria de la emprendedora Coco Chanel, que se ayudó del patrimonio y pedigrí de sus amantes para hacerse un nombre con mayúsculas en la historia de la moda, la soñadora Colette, la vitalista Ava Gardner, la romántica Maria Callas, la cerebral Jackie Kennedy, la rompedora Katherine Hepburn y la mentirosa Mata Hari, hasta llegar, a la actualidad, con la ambiciosa Carla Bruni o la franca y directa Michelle Obama, por citar sólo unas cuántas de las retratadas en este libro. Y todas ellas, cada una en su estilo, cada una con su forma, son el ejemplo perfecto de que la seducción -entendida en un sentido amplio- parece un método altamente eficaz para lograr un fin.