Cuando una niña o un niño pregunta:
Y esto, ¿qué es?, comienza el intuitivo diálogo de búsqueda y construcción de un universo personal, en el que conviven la realidad y la fantasía.
En este libro poético e ingenioso Schubiger y Wolf Erlbruch, dos consagrados autores de la literatura infantil, nos invitan a disfrutar este maravilloso momento de la vida.

Una maravillosa colección de cuentos absurdos (muchos basados en juegos de palabras y asociaciones surrealistas) en los que el dromedario y el camello discuten sobre su respectivo número de jorobas, la ciudad de Todomro decide irse de excursión y se va, o una niña se sube jugando a un armario de casa... y decide no bajarse nunca más. Con unas ilustraciones tan bellas como deliciosas, el libro obtuvo el premio al mejor libro juvenil suizo en 1996 y el premio de literatura infantil y juvenil de ese año. De 8 a 88 años.
"Un libro para leer en voz alta, en voz baja, para divertirse y para completarlo. A veces el autor sugiere variantes del cuento, alternativas a la historia, o sencillamente enumera una serie de preguntas sin respuesta, o de cuentos que nunca han sido contados. Es el momento de echar a volar la imaginación y terminarlos o directamente imaginarlos. Al final de «El pastel» hay una buena ristra de esos cuentos «que todavía no existen. Y se suman a ellos todos los cuentos que tienen que ser contados de nuevo». El libro obtuvo el Premio al mejor libro juvenil de Suiza en 1996; el Premio de literatura infantil y juvenil alemana, 1996; y el Premio de ilustración a Rotraut Susanne Berner."

«Hace mucho tiempo, cuando la Madre Tierra todavía ensayaba la Creación, los hombres tenían flores en la cabeza». Este libro responde, de una forma muy peculiar, a algunas de las preguntas que desde hace siglos se ha hecho el ser humano. ¿Quién creó el Sol y la Luna? ¿Quién puso nombre a los animales? ¿Quién le envió a Dios una caja llena de guisantes? ¿Por qué los hombres ya no tienen flores en la cabeza?...

1ª edición.

No es infrecuente leer una frase, que el uso –o abuso– ha convertido en tópica sin que por ello deje de ser cierta: la que alude a los libros sin edad, como un lugar sin límites. Este libro también es uno de ellos. Digamos que puede alegrar la mente y el corazón, de siete a setenta veces siete. El lector se divertirá con la técnica lingüística, las escenas ingeniosas, las frases previsibles, el surrealismo de algunas situaciones…, hasta que de pronto, en una sola frase final –que puede estar repleta de ternura, pero también de ironía y mordacidad–, el cuento queda vuelto del revés, y obliga a pensar en otra lectura nunca imaginada.
Este libro ha obtenido el Premio al mejor libro juvenil de Suiza y el Premio de literatura infantil y juvenil alemana en 1996.