El mundo del desarrollo de software avanza a pasos agigantados y los profesionales involucrados en la gestión de proyectos, productos y equipos tecnológicos no podemos encallarnos en sistemas y métodos ya obsoletos o ineficaces. Además, los cambios socioeconómicos acontecidos en los últimos años nos conducen a modelos diferentes y más complejos de dirección de equipos, en los cuales se han de contemplar más factores que nunca.
El project manager del futuro es la guía imprescindible sobre los principales fundamentos que rigen a los nuevos expertos en gestión de proyectos o productos IT. Pedro Miguel Muñoz, quien cuenta con más de 20 años de experiencia en el sector, ofrece en estas páginas esclarecedoras respuestas a los retos más importantes a los que se habrán de enfrentar sus colegas de profesión a lo largo de su carrera.
Una lectura que ayuda a extraer el máximo rendimiento de las herramientas de las que dispone cualquier especialista en este tipo de tecnología y que alberga una valiosa enseñanza: saber identificar en qué aspectos estratégicos se ha de poner el foco.
Más allá de conocer en profundidad las diversas técnicas y procedimientos que existen para dirigir un proyecto de esta envergadura, debemos meditar sobre en qué consiste en realidad el project management. Por ello, esta reveladora obra nos invita a reflexionar sobre la importancia de las personas con las que interactuamos, sobre cómo está evolucionando el sector y sobre cuáles son los nuevos desafíos de esta fascinante y exigente profesión.

Denise Pikka Thiem, de 41 años, norteamericana y de origen asiático, necesitaba reinventarse, hacer un break en su vida. Una película de éxito, The Way (El Camino), la animó a hacerlo de la misma forma que su protagonista: recorriendo el Camino de Santiago. La mañana del 5 de abril de 2015, después de salir de Astorga (León), la peregrina desapareció sin dejar rastro. Esta es la historia de una apasionante investigación de la Policía —también de la solidaridad de muchas personas— en la que desde el primer minuto hubo un sospechoso claro, pero en la que parecía imposible encontrar pruebas que pudieran incriminarlo. Para complicar más las cosas, las presiones diplomáticas al más alto nivel se cruzaron en el trabajo incansable de los encargados del caso.

Escrito literalmente intempestivo, la Ética de Baruj Spinoza (1632/1677) ha ejercido siempre, desde antes incluso de ser entregada a las prensas, una fascinación en verdad obsesiva. Para mal como para bien. Las posiciones que en ella se defienden, extrañas al sentido filosófico común de su tiempo —y todavía del nuestro—, han suscitado a la vez el más violento rechazo y la más rendida admiración. Pero quizás no tanto una comprensión cabal de sus envites. Todo lector de la Ética ha sido, sigue siendo, el lector de una filosofía por venir.