978-84-17140-49-6
Un lugar muy lejos del mundo y otros cuentos
Luis Fernández Roces
Editorial: Trea Fecha de publicación: 24/05/2018 Páginas: 132Formato: 20 x 12 cm.
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Con Viejos minerales, Luis Fernández Roces, autor de alguna novela y libros de relatos, hace su primera aparición pública en el mundo de la poesía, que parece ser entendida por el escritor como una aproximación a la realidad, no desde la cultura, sino desde la experiencia.
En este libro, que de alguna manera se asienta en la tradición, los elementos formales tienen una importancia decisiva, pero no como ropaje ornamental, sino al servicio de un pensamiento que, más que una simple traducción de palabras, aspira a ser generado desde el azar poético que las une.
Estas historias del mar y de la mina, como episodios traducidos a otra realidad interior, podrían ser consideradas como un canto unitario, con la soledad como elemento común que recorre todos los poemas, todas estas historias vecinas, cuyas criaturas protagonistas, en el escenario del tiempo, guardan ante el destino ese profundo sentimiento, como los mares y la tierra, en palabras de Rilke, guardan sus misterios.
Soledad y misterio, y tiempo, constituyen el paisaje interior de Viejos minerales, contado, casi pintado, desde la emoción del instante, y con un lirismo contenido que aspira, tomando palabras de Gil-Abert, a conmover desde la modestia.
Literatura asturiana actual. Edición de la Fundación Dolores Medio. Premio Asturias de novela 1981.
Luis Fernández Roces (Pumarabule, 1935) es autor de varias novelas, entre otras, El buscador (Premio Novelas y Cuentos, 1977) y La borrachera (Premio Asturias, 1981), y de un magnífico corpus de cuentos: De algún cuento a esta parte (1990) y Ageón (Ediciones Trea, 2001), género con el que obtuvo los más importantes premios y por el que ha sido incluido en las principales antologías.
Desarrollada paralelamente a su obra narrativa, sin embargo, comenzó tardíamente a dar a la luz pública su obra poética (toda ella en Ediciones Trea) con la publicación de Viejos minerales (2006), Letras de cambio (2009), Salas de espera (2011) y este Camino de las cárceles que el lector tiene entre sus manos.
Su poesía es la voz de una meditación continuada, fecunda y honesta (hablando de las muertes camino de la muerte: / así quieres contar lo que no existe, sin mentir...) que adopta la extensión de la vida: Tú sabes que mañana sin remedio / en tu casa vacía habrá de verse / un letrero / diciendo que se alquila. / Toda una vida, ¡Dios!, habrás gastado / -y una muerte- / para dejarlo escrito.
6 relatos con una misma trama argumental.
• ISBN: 8486015081 / 9788486015084
• Estado: Bueno. Firma del anterior propietario en la página de cortesía.
Literatura asturiana actual. Edición de la Fundación Dolores Medio. Premio Asturias de novela 1981.
«Por lo que sea: estoy aquí. Y porque estoy aquí os digo también que el vino es para refugiarse. Levantas el vaso -no lo coges, sino que lo levantas, porque el vaso a estas horas es como una prolongación de tu mano-, lo levantas y te refugias en su perfume, en la calma de las sustancias volátiles que se alzan desde viejas fermentaciones, y bebes, y te dices que eso del perfume y de las sustancias volátiles es una frase rebuscada para una noche de vino, y bebes un trago de ese vino, una décima de trago de alcohol, y no piensas, lo que haces es abandonarte, refugiarte, buscar un amparo, como los toros moribundos, medio asesinados, buscan el amparo de las tablas. El caso es no morir solo. Uno siempre busca una cuneta, el humor, una pared, unas tablas, un vaso de vino, algo.
«...pedid una palabra: será una petición inútil: se han acabado las palabras ( ... ) Habrá que plantar un huerto de palabras. O echar las semillas en tiestos y sacar los tiestos al balcón. Regarlos por las tardes, cuando el sol se haya puesto, y esperar. ( ... ) Y si al fin, por ventura, logramos su cultivo, cortarlas allá de madrugada, frescas de rocío, y recetarlas, prenderlas como vela en una palmatoria (que no se deriva de palma, como los estudiosos pudieran sospechar, sino que debe de ser invento de algún tío socarrón y referirse al hecho de que es el sitio donde la vela va a morir), en una palmatoria, decía,, las palabras, y salir a la calle y ofrecerlas, a los enfermos, o los solitarios ( ... ), aunque los otros te señalen y digan: ¡cómo está!, anda por ahí con una palmatoria llena de palabras.».
Luis Fernández Roces nació en Pumarabule (Asturias) en 1935.
245 pp. 19,5x12. Enc. editorial. Ed. Noega. Gijón, 1982.
El autor definió en su día esta novela como el monólogo crítico de un hombre desde la lucidez y la inocencia de una gran borrachera, y no niega hoy que si quien la leyera la calificase de social con gesto de desprecio no sería él quien se atreviese a discutir tal calificativo. Más también a estos, defensores de un arte limpio de impurezas sociales, apráctico y trascendente al mismo tiempo, debe salirles al paso y al gesto y preguntarles, desde el desconcierto que en él provocan ciertas divisiones, si los pensamientos de un desheradado, pone por ejemplo, sobre su situación concreta no pueden ser en verdad profundas reflexiones metafísicas. Quiere dejar constancia el autor, finalmente, de que no pertenece al grupo de los que se creen modificadores del mundo, ni siquiera al de aquellos otros que, más humildemente, se dedican a aleccionar, y que aspira tan sólo a verse incluido en el de los que escriben simple y llanamente porque les gusta hacerlo, aunque luego, a la hora de publicar -y en este caso- se permitan pequeños juegos de artificio prologales, que el autor espera que sean interpretados con humor.
12 pp.+2 hh. 19x12. Rústica. NUEVO. Ateneo Jovellanos. Gijón, 2007.
131 pp. 20x12,5. Rústica ilustrada. Edición Caja de Ahorros de Asturias. Gráficas Summa. Oviedo, 1990.