En la jungla los animales tienen un gran problema: no saben para nada coser y se han hecho un lío tremendo con tantos cordones de colores. —¡Quién tuviese manos y dedos finitos como los niños pequeños! —dicen lamentándose. Pasa el cordón de agujero en agujero y verás qué contentos se ponen con su embrollo de cordones bien puesto.

Una aventura hacia el descubrimiento del amor incondicional y la magia que ni el paso de los años son capaces de borrar.

Leo, un joven escritor con tan solo una desconocida novela publicada, sufre una ruptura con su pareja, Lucía, con la que llevaba conviviendo cerca de diez años. Desorientado, sin musas y sin ánimos, sigue el consejo de su cuñado, Joan, y se marcha a una pequeña isla del océano a trabajar como farero.

En esta isla conocerá a Andrea, una chica un poco más joven que él, de la cual se enamorará hasta el punto de no olvidarla el resto de su vida. Esta chica, como el resto de habitantes de la pequeña isla, tiene una especie de don o poder: pueden comunicarse con la naturaleza. Andrea, en concreto, sabe oler las piedras, se comunica con ellas, sigue sus consejos, predice el futuro y adivina el pasado. Leo conocerá a más gente, todos ellos peculiares e inolvidables, como el Anacoreta, el Pescador, Florentino el del bar, el Alcalde, la Meiga...

Cuarenta años más tarde, Leo ingresa gravemente enfermo en un hospital. Una joven enfermera, Esther, lo trata, lo cuida, lo mima y traban una breve pero hermosa amistad. Él le pide que recupere unas memorias que se encuentran, escritas a mano, en su casa. Ella lo hace y cumple el último deseo del moribundo: viajar a la isla y entregar las memorias a Andrea... las memorias y una piedra de la que jamás se ha separado...

Habitar el silencio es un desafío apasionante, una aventura arriesgada. Como toda aventura en tierra desconocida genera miedos, inseguridad y mil excusas para no llevarla a cabo. Sin embargo, cuando nos atrevemos a introducirnos en el silencio, se abre para nosotros un mundo maravilloso. Primeramente descubrimos que el silencio está habitado por mil diversas cosas que pueblan ese espacio interior de cada cual, del que surgen nuestros sentimientos, estados de ánimo, pensamientos, deseos, imágenes, recuerdos y tantas cosas más. Tanto que, al poco de entrar en el silencio, nos percatamos de que está lleno de ruidos. Y que, si queremos habitar el silencio, antes debemos hacer espacio, vaciarnos, desalojar aquello que nos impide aquietarnos, serenarnos, transparentarnos y comenzar a ver y oír, a distinguir y poner nombre, reconocer y amigarnos con todo lo que allí va apareciendo. Porque no todo lo que aparece en el silencio es agradable.

El centro de interés de este libro es la Iglesia de Jesús, y nos permite preguntarnos cabal y profundamente: «Señor, ¿qué quieres de nosotros?». Tarea nada fácil si somos sinceros, si deseamos afrontar la tarea que nos suscita un cambio esencial al estilo de Jesús. La palabra «reforma» se nos queda pequeña. Porque, en realidad, se trata de refundar, de reconstruir la Iglesia desde un nuevo paradigma. Por eso necesitamos comprometernos en la construcción de una «nueva eclesialidad». Es decir, otro modo de ser Iglesia.Se trata de volver a Jesús, de recuperar la intención que Jesús tuvo cuando nos convocó a compartir su misión. Pero también se trata de recuperar los modos en que Jesús cumplió la misión que el Padre le encomendó: dar vida a todos los que creyeran en su palabra.

Cuando un virus letal infecta al Hombre Murciélago y a su archienemigo, el Joker, ambos unen sus fuerzas en una inaudita alianza para emprender la desesperada búsqueda de una cura a lo largo y ancho del Viejo Continente. Mientras el tiempo transcurre implacable, las ciudades de Berlín, Praga, París y Roma marcarán su periplo hasta que se desvele quién está detrás de todo... y por qué ha propiciado una situación que parece abocada al final más definitivo si Batman y el peor de sus antagonistas no se ponen de acuerdo para evitarlo.
Brian Azzarello (100 balas) y Matteo Casali (Catwoman) firman un relato tan tenso como trepidante con dibujo de
Jim Lee, Giuseppe Camuncoli, Diego LaTorre y Gérald Parel.