Una novela de Antonio García Ángel.

Un día más. Son las cinco de la tarde y suena el despertador. Jorge debe apresurarse: su turno en el call center en el que trabaja empieza a las seis, y además de alistarse debe caminar hasta la estación de Transmilenio y tomar un bus, una empresa de duración incierta.

Así que se despereza, se baña, se viste, pero cuando está terminando ocurre algo inesperado: no le entra el zapato que intenta ponerse. Prueba entonces con el otro, y tampoco. Mira los zapatos, se mira los pies, y no entiende: los zapatos son los de antes de la siesta, y los pies no parecen hinchados. Extrañado y ya de afán, va por otros pares y lo mismo: no le caben. Sus pies, aparentemente, están más grandes.

Sin tiempo para otros intentos, Jorge salta a la calle con los zapatos a medio calzar y se dirige a toda carrera, incómodo y pensativo, a la estación de buses, sin imaginarse nunca que esa pequeña y misteriosa anomalía de sus pies es el primer síntoma de su declive...

Ricardo Osorio es el antipático y obsesivo jefe del departamento de Recursos Humanos de una compleja empresa con tintes kafkianos que es el otro gran protagonista de esta novela.
La vida de Osorio se desmorona: su arbitrario y cínico comportamiento en la empresa provoca la desconfianza de sus jefes, el odio de sus compañeros y, lo que es más grave, que su secretaria Elsy —mano derecha insustituible de Osorio— le abandone. Y en el peor momento. Como jefe de Recursos Humanos tiene que organizar la fiesta anual de la empresa.
Pero lo único que realmente le preocupa a Osorio es que su amante, la mejor amiga de su mujer, se decida a escapar con él.
Con una pericia inusual, Antonio García Ángel exprime el lenguaje hasta conseguir una asombrosa serie de escenas hilarantes, de personajes tan excéntricos como reales y un ritmo trepidante que atrapa al lector desde la primera línea.
Antonio García Ángel nació en Cali, Colombia, en 1972.