9788492626618
La creación de personajes cinematográficos «El espejo de celuloide»
Raúl Serrano
Editorial: T&B Editores Fecha de publicación: 05/04/2010 Páginas: 144Formato: Rústica, 21 x 14 cm.
La influencia del cine en la vida cotidiana es notable. Todos utilizamos, en muchos casos sin saberlo, expresiones que provienen de películas, de anuncios, de muletillas de actores, etc. Estudiar esa influencia con centenares de ejemplos muy conocidos es la tarea que lleva a cabo, con humor y mucho sentido común (y etimológico), José Luis Borau, reconocido director de cine, Académico de la Real Academia Española y presidente de la SGAE. Se trata de un libro que se puede empezar a leer por cualquier página, ameno y simpático, pensado para todos los públicos ya que todos sufrimos, de forma consciente o no, esta contaminación en nuestro lenguaje.
A diferencia de cualquier otro cineasta en la historia de nuestro cine, Fernando Fernán-Gómez vivió en sus propias carnes la repercusión directa (o incluso formó parte) de prácticamente la totalidad de los ingredientes que habrían de dar a cierto cine español de los años cincuenta y sesenta su particularísima textura, su extremada, popular y virulenta crispación esperpéntica, de raíz sainetesca, que ejemplifican a la perfección películas tan extraordinarias como esquinadas por el Régimen como «El mundo sigue» (1963) o «El extraño viaje» (1964).
“Si la historia política de las últimas décadas ha hecho creer a los jóvenes que cualquier tiempo pasado fue peor, el hecho de olvidar el arte, la cultura y la diversión de esas épocas no tan lejanas no puede sino incrementar la ignorancia del público, contribuir a una peligrosa indiferencia”.
Cuando Sara recibe la visita de su hermano con el rostro cubierto de sangre, empieza el día más largo de su vida. Si Sara no consigue 4.000 € antes de que acabe el día para pagar una deuda, le matarán. Para Sara es una carrera contra reloj durante la cual tendrá que enfrentarse con fantasmas del pasado y con una familia a la cual querría olvidar....
El director de cine Richard Jordan (Hemel Hempstead, Reino Unido, 1965) vive en Sevilla desde 2000. En su largometraje 4000 euros utiliza un argumento de thriller para mostrar el lado oscuro de la ciudad andaluza a través de los improvisados diálogos entre los protagonistas: Marta Larralde y Alberto López.
El DVD (en español, con subtítulos en inglés y francés) incluye como extras una galería de fotos, 2 Audio Comentarios con el Equipo y 2 cortometrajes de Jordan en torno a la Guerra Civil española: "La Nariz de Cleopatra" (12') y "Marina: La Última Bala" (19').
Más información en: http://www.4000eurosthemovie.com/
Este libro se adentra con maestría en lo más profundo de las motivaciones de treinta directores, especialmente seleccionados por sus últimas obras. En la rigurosa selección ha primado un criterio esencial: son películas en las que su autor intuía que se trataba de la última vez que dirigía y, por lo tanto, suponen su despedida tanto del cine como de la vida.
A lo largo del siglo pasado y lo que va de este, el cine se ha convertido en uno de los principales vehículos de entretenimiento de la historia. La película es un artículo de consumo que pasa del productor al espectador, elemento imprescindible para la supervivencia de la industria, con el acuerdo explícito de ambos, y el placer y el disfrute, como fin último de este intercambio. Sin embargo, tal como expone magistralmente Alberto González en esta obra, tras esta transacción existe un proyecto mucho más ambicioso: el diseño de una mentalidad, basada en unos determinados valores políticos y económicos, así como la creación de estrategias comerciales que permitan a EE.UU. consolidar su industria y afianzar sus mercados nacionales e internacionales.
El presente estudio analiza la política empresarial y económica del cine americano de los últimos años, su capacidad para reinventarse y su supremacía dentro del panorama internacional, todo ello sin perder de vista un hecho fundamental: paralelo al discurso de control político, existe siempre un relato y la posibilidad de evadirse y disfrutar de un maravilloso espectáculo frente a una pantalla de cine.
Werner Herzog (Múnich, 1942), cineasta genial y aventurero irredento, se fue a la selva amazónica a finales de los setenta, tardó un par de años en filmar su “Fitzcarraldo” (el tiempo que le tomó hacer pasar el barco por una montaña entre dos ríos), ganó el Premio al Mejor Director en Cannes 1982 y dejó escrito este libro que, parafraseando de modo libérrimo al propio Herzog, es lo mejor que ha hecho.
"Por motivos que desconozco, durante largo tiempo no me fue posible siquiera leer el diario que había escrito durante el rodaje de Fitzcarraldo. Hoy, veinticuatro años más tarde, me resulta fácil, aun cuando técnicamente no ha sido sencillo descifrar mi propia letra, que entonces tenía un tamaño microscópico.
Estos textos no son un informe de rodaje –éste apenas se menciona–, y son un diario sólo en el sentido más amplio. Se trata de otra cosa: más bien paisajes interiores, nacidos del delirio de la jungla. Pero tampoco de eso estoy seguro." (Werner Herzog).