978-84-9942-410-1
Lo difícil es perdonarse a uno mismo «Matar en nombre de ETA y arrepentirse por amor»
IÑAKI REKARTE
Editorial: Península Año: 2015 Páginas: 352Formato: Rústica, 23 x 15 cm.
El exetarra Iñaki Rekarte, que ha pasado veintiún años en la cárcel, condenado por múltiples asesinatos, ahora arrepentido y reinsertado, lo cuenta todo en este libro, desde su incorporación a la organización terrorista a los diecinueve años, su vida dentro de ETA, sus actuaciones criminales y cómo se enamora de su mujer, Mónica, asistente social en la cárcel, y a través de ella descubre un mundo y una sociedad, desconocidas para él, que hasta entonces sólo odiaba. Rekarte es uno de los miembros de ETA que consiguió la libertad en noviembre de 2013 al aplicarse a la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que tumbó la aplicación de la doctrina Parot. Fue condenado a 203 años y seis meses de prisión por haber colocado un coche bomba en Santander en 1992 que mató a tres personas e hirió a 21. Estando en prisión, rompió con la disciplina de la organización terrorista y se acogió a la denominada vía Nanclares. Fue expulsado del colectivo de presos terroristas por condenar la lucha armada de ETA y tratar de reconciliarse con las víctimas. Para la organización terroristaes un traidor.
El 19 de febrero de 1992, Iñaki Rekarte empezó a caminar deprisa en dirección contraria al coche bomba que había aparcado minutos antes en el barrio de La Albericia de Santander. Segundos más tarde vio pasar a su objetivo, una furgoneta de la policía, buscó en el bolsillo el mando a distancia, levantó el brazo y apretó el botón con todas sus fuerzas. La explosión absorbió durante unos instantes todo el oxígeno de la calle; luego lo soltó de golpe. Tres personas murieron: un matrimonio de unos cuarenta años y un hombre de menos de treinta. Una veintena de transeúntes, entre ellos dos policías, resultaron heridos. Fue el primer atentado, y el último, del recién formado comando Santander de ETA. Pocas semanas después, Iñaki Rekarte fue detenido y encarcelado, y, en 1998, juzgado y condenado a 203 años de cárcel.
Lo que vino a continuación fueron dos décadas de prisión, odio, aislamiento, consignas y, más tarde, poco a poco, de crecimiento y evolución personal. De la sed de aventuras de los diecinueve años, los que tenía en la época en la que entró a formar parte de ETA, pasó a la radicalización ideológica en la cárcel, donde la fidelidad acrítica al grupo lo era todo, y de ahí al desencanto, la desvinculación y la salida, previo paso por el centro penitenciario de Nanclares.
Pero esta es también, y pese a todo, una historia de amor. La de Iñaki Rekarte con Mónica, una trabajadora social de la prisión gaditana de máxima seguridad Puerto I, donde estuvo recluido trece años, a través de la cual descubrió un mundo y una sociedad, desconocidos para él, que hasta entonces solo identificaba como el enemigo.