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Cuestiones disputadas de los pecados
Tomás de Aquino
Editorial: Consejo Superior de Investigaciones Científicas Fecha de publicación: 31/12/2001 Páginas: 296Formato: 23 x 16 cm.
Un error ha seguido por siglos a la figura de Santo Tomás. Se le ha querido presentar como el expositor y el comentarista latino de Aristóteles o como el más grande de los representantes del aristotelismo en el mundo cristiano. Y aunque todo esto sea cierto, no se comprende la figura del Doctor Angelicus, midiéndola sólo por la mayor o menor afinidad con su lejano maestro. Pues bien, cuando nos adentramos en el campo de la moralidad humana, la presencia de una experiencia moral inconfundiblemente cristiana ¿lúcida, madura, rica- viene a mostrar la injusticia de aquella reducción del tomismo (el de Santo Tomás) a una experiencia filosófica que no es, ni podría haber sido, la suya.
Tomás de Aquino, llamado Doctor Angelicus (1225-1274, ingresó a los diecinueve años en la Orden de los Dominicanos y estudió bajo la guía de Aristóteles. La prodigiosa obra que escribió Santo Tomás en 49 años de vida, puede dividirse de un modo muy incompleto de Comentarios Bíblicos a la Sentencias de Pedro Lombardo, al Liber De Causis, a gran parte de la obra conocida de Aristóteles, a algunos tratados de Boecio y del Pseudo Dionisio, todos comentarios admirables por su rigurosidad y maestría exegéticas. Pero, sin duda, sus obras más famosas son la Sumna Teológica, la Suma Contra Gentiles, y sus Quaestiones Disputatae, dictadas y editadas en diversos periodos.