9788483592229
Mediobiografía
Blas de Otero
Editorial: Calambur Fecha de publicación: 26/05/2011 Páginas: 128Formato: Rústica
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Los primeros libros editados por Calambur pasaron de las prensas a las manos de los lectores en mayo de 1991, y en diciembre lo hizo nuestra primera edición de Cr¡menes ejemplares. Veinte años despu‚s,ofrecemos esta edición conmemorativa de un t¡tulo genial, con el queguardamos la impagable deuda de habernos servido de puente conmultitud de lectores. Como novedad, figura un amplio ep¡logo deFernando Valls, m ximo estudioso del microrrelato y lector apasionadode esta obra.¿Para qu‚ tratar de convercerle? Era un sectario de lo peor, cerradode mollera como si fuera Dios Padre. Se la abr¡ de un golpe, a ver siaprende a discutir. El que no sabe, que calle.___A m¡, mi pap me dijo que no me dejara… Y no me dej‚.___Que se declare en huelga ahora!No hay tantos cr¡menes como dicen, aunque sobran razones paracometerlos. Pero el hombre —como es sabido— es bueno, por ser natural, y no se atreve a tanto. De las reacciones de los mis difuntos nadadigo, por ignorancia. Me bastaron —como autor— las de sus asesinos. Me declaro culpable y no quiero ser perdonado. Esos textos —dejoconstancia— no tienen segundas intenciones: puro sentimiento.Max AubHay un alarde literario en la econom¡a de texto, sin dejar de utilizar todas las voces que necesita, una virtud de expresión. Y un alardenarrativo al colocar una narración, un relato, en poqu¡simas l¡neas.Eduardo Haro Tecglen
Si en Fragmento, su primer libro, Marta Agudo se valía de un tú despersonalizador para metaforizar el vínculo con el lenguaje, las servidumbres del cuerpo y el dolor de la conciencia, en 28010 el yo se adueña del discurso desde la cita inaugural. Sumido en «la mañana más blanca del mundo», en el cero arrasador, el yo responde al desafío de una realidad que le exige actuar. Pero no podrá hacerlo sin unas coor denadas a las que asirse: una fonética (idioma o lengua), una sintaxis (las relaciones sociales), una geografía (un lugar en el que poder reconocerse) y una secuencia (el tiempo). La autora se adentra de este modo en un proceso de reescritura personal con el propósito de crear la «ficción» de sí misma, de concebir un sujeto en el que reconocerse.
Marta Agudo Ramírez (Madrid, 1971) es licenciada y doctora en Filología Hispánica. Ha publicado el libro de poemas Fragmento (Celya, 2004). Coeditora de la antología Campo abierto. Antología del poema en prosa en España (1990-2005) (DVD, 2005), ha coordinado con Jordi Doce el volumen Pájaros raíces. En torno a José Ángel Valente (Abada, 2010). Imparte clases de poesía en Hotel Kafka y es miembro del consejo de redacción de la revista Nayagua. Entre 2004 y 2008 dirigió la colección de poesía y pintura «El Lotófago» de la Galería Luis Burgos.
Jorge Riechmann (Madrid, 1962) es poeta, traductor literario, ensayista y profesor universitario de filosofía moral. Además de los poemarios agrupados —por vez primera— en Futuralgia, ha publicado Muro con inscripciones (2000), Desandar lo andado (2001), Poema de uno que pasa (2002), Un zumbido cercano (2003), Ahí te quiero ver (2005), Poesía desabrigada (2006), Conversaciones entre alquimistas (2007) y Rengo Wrongo (2008) y Pablo Neruda y una familia de lobos (2010).
Es autor de una treintena de ensayos (en solitario o en colaboración) sobre cuestiones de ecología política y pensamiento ecológico. En los últimos años, ha ido formulando la vertiente ética de su filosofía ecosocialista en una «pentalogía de la autocontención» que componen los volúmenes Un mundo vulnerable, Biomímesis, Gente que no quiere viajar a Marte, La habitación de Pascal y Todos los animales somos hermanos. Ha dedicado mucha atención crítica y traductora a la poesía de René Char. Una muestra de este trabajo se agrupa en Poesía esencial, que incluye los libros de Char Furor y misterio, Los Matinales y Aromas cazadores (2005).