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«Los ritos de iniciación en el mundo de los adultos. El mundo de los adultos contemplado como lugar de exilio de quienes alguna vez fueron niños. La infancia misma evocada como paraíso perdido, provisto de una inconfundible mitología y de un escenario muy concreto: Boedo, un barrio popular de Buenos Aires, poblado por inmigrantes. Con materiales así de comunes Fabián Casas construye un mundo narrativo extraordinariamente convincente, dotado de humor sutil y de seco, intenso lirismo. Lo consigue gracias a una cualidad que irradia tanto en el plano estilístico como moral: la autenticidad. Una categoría siempre escurridiza y peligrosa cuando se habla de literatura, pero a la que Fabián Casas dota de evidencia y de contenido en este libro engañosamente liviano, emocionante y divertido, que se instala en un territorio intermedio entre una colección de relatos, una novela en marcha y un volumen de memorias.» (Ignacio Echevarría).
«Una de las características más llamativas de la prosa de Casas es su precisión. Jamás se entorpece a sí misma. Es la anécdota lo que funciona, y adentro de su universo, por supuesto, la oralidad cumple un rol importante. El poder de la anécdota, su velocidad, su convicción, su peso variable, liviano para entrar y salir pero contundente al momento de noquear, es lo que define su manera de narrar. Su literatura crece por sí misma, sin perder nunca contacto con los que lo leen. Quizá por eso sus cuentos se parezcan tanto a una buena canción.» (Juan Terranova).
Fabián Casas nació en el barrio de Boedo en 1965. Publicó en poesía Tuca (1990), El Salmón (1996), Oda (2003) y El spleen de Boedo (2004), todos reeditados por la editorial Emecé en 2010 como obra completa bajo el título de Horla City y otros, que agotó la edición de 3.000 ejemplares en dos meses. También publicó en narrativa la novela breve Ocio (2000) y el libro de relatos Los lemmings, ambos en la editorial Santiago Arcos. En 2007 publicó en Emecé Ensayos Bonsái y ese mismo año ganó en Alemania el premio Anna Seghers por, en palabras del jurado, «poseer una lírica extraordinaria y ser su obra una fuente de inspiración para los autores de América Latina». Ocio, la película basada en la novela, dirigida por Alejandro Lingenti y Juan Villegas, fue presentada en el Festival de Berlín con excelentes críticas.