Dibujaba entre venas la línea de la existencia.

Trenzar latidos como espigas de trigo en primavera. Acumular la vida y la experiencia en las venas. La sangre que recorre el cuerpo y el alma, llenándolos de incertidumbres, miedos, anhelos y nostalgias en un hoy que ya es mañana.

Crecen como rosas en la arena.

Trenzar latidos como espigas de trigo en primavera. Acumular la vida y la experiencia en las venas. La sangre que recorre el cuerpo y el alma llenándolos de incertidumbres, miedos, anhelos y nostalgias en un hoy que ya es mañana.

Dormían las olas al abrigo de la noche.

Trenzar latidos como espigas de trigo en primavera. Acumular la vida y la experiencia en las venas. La sangre que recorre el cuerpo y el alma llenándolos de incertidumbres, miedos, anhelos y nostalgias en un hoy que ya es mañana.

La mataría de buena gana, pero no sé muy bien qué es lo que me lo impide.

Rayando lo absurdo, unos hechos disparatados muestran las pequeñas y grandes preocupaciones de un hombre corriente del siglo XXI.

Vive atrapado en la incertidumbre laboral y en unas carencias que le hacen reclamar atención y afecto. Una espiral que se va reduciendo hasta llegar a un punto que es la raíz o el origen de todo: la supervivencia.