9788494798627
El arte de pasarlo bien «50 ideas para pasarlo bien con cualquier cosa, en cualquier parte»
Ximena Maier Pan de Soraluce
Editorial: Nido de Ratones Fecha de publicación: 14/05/2018 Páginas: 116Formato: 24 x 17 cm.
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Adivina adivinarás es un libro de adivinanzas sobre objetos conocidos de la vida cotidiana. Destaca en él la imaginación, la habilidad y la creatividad de la autora, el lenguaje coloquial y accesible, los juegos de palabras... Adivinanzas de una excelente calidad, ingeniosas y geniales, que divertirán al lector.
En esta obra de teatro, Quique y Teresa, los dos hermanos protagonistas de la historia, comparten aventuras con dos personajes de juegos de ordenador, gracias a un invento del padre, un chip que está desarrollando para hacer que la sensación de realidad virtual de los juegos sea casi real.
Todos los veranos Blanca se traslada con sus padres a la casa de la costa. Nunca ha disfrutado de la playa, pero desde que está leyendo Robinson Crusoe el mar le parece distinto. Un día sorprende a un niño africano escondido en la cabaña que hay en su jardín. Le llamará Viernes. Ambos compartirán una increible aventura para que nadie le descubra, pero todo se complica cuando las vacaciones se terminan. Si Blanca se marcha, ¿cómo podrá ayudar a Viernes?
A partir de 19 años.
Platero no era un burro como los demás. Era pequeño, gris, suave, y sus ojos brillaban como dos cristales negros. Con su amigo Juan Ramón, iba a pasear al campo, se tumbaba en la hierba, ayudaba a quien lo necesitaba, y jugaba con los niños del pueblo.
¿Puede un burrito ser el amigo inseparable de un poeta? Lee este libro y lo comprobarás.
Platero y yo es la historia de un hombre y su burro.
Los dos iban juntos a todas partes, o a casi todas, y, mientras tanto, charlaban de las cosas sencillas y profundas de la vida, de las cosas del corazón. Era el hombre el que hablaba, claro, pero el burro lo escuchaba con cariño, atentamente.
Los dos vivían en un pueblo de Andalucía, caminito de Huelva, que se llama Moguer. En aquel lugar, la mayor parte de las casas son bajas y blancas y tienen geranios y claveles en todas las ventanas. Es un lugar alegre, y el aire huele a pinos y a mar, a limoneros y naranjos en flor.
El hombre se llamaba Juan Ramón Jiménez y era poeta.
El burro se llamaba Platero, y, de tanto oír a su dueño, también acabó siéndolo.
A Marcela, como a todos los niños, le gusta jugar, divertirse y aprender. Y aunque ya tiene cuatro años, y es mayor, al menos mayor que su hermana Daniela, todavía tiene pequeños accidentes, como cuando se despertó con la cama mojada, o el día que no supo decir cómo se llamaba su mamá... Pero no tienen importancia, porque aunque algunas veces pasa apuros, siempre acaba siendo divertido.