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La playa tailandesa donde tuvo lugar la famosa aventura de Leonardo DiCaprio, los bosques de bambú que fueron el escenario de las luchas en Tigre y dragón las onduladas colinas toscanas que cautivaron a muchos espectadores en El Padrino yBajo el sol de la Toscana, o el monte Doom en El señor de los anillos... Muchas películas se identifican con el paisaje en el que fueron rodadas. Claudia Hellmann y Claudine Weber-Hof presentan los 40 parajes más conocidos del celuloide.
Anni Albers (1899–1994) llegó a entender perfectamente la esencia del arte textil y los fundamentos de su expresividad. Miembro pionero del taller de tejido de la Bauhaus, la escuela de diseño de Alemania en los años veinte, fue una de las artistas textiles más destacadas del siglo XX.
En 1963, en el Taller de Litografía Tamarind de Los Ángeles, se sintió atraída por el proceso de impresión y por el potencial creativo que ofrecía la litografía. A lo largo de las dos décadas siguientes, Anni Albers creó una serie de impresiones que lograban traducir su innovador trabajo textil a este nuevo medio, introdujo los colores mexicanos en sus trabajos y sus textiles se liberaron de las estrictas limitaciones de la trama que habían dominado su trabajo realizado en la Bauhaus. Exploró nuevas técnicas con la litografía, la impresión en offset, los procesos fotográficos y la serigrafía, creando un cuerpo de obra que ahora se publica aquí en su totalidad por vez primera.
Josef Albers fue uno de los más influyentes creadores que la escuela Bauhaus ha dado al mundo del arte. En 1933, cuando la presión nazi obligó a la escuela a cerrar, se mudó a Estados Unidos.
Tras una etapa de transición comienza un proceso de experimentación con los efectos ópticos del color, que culminará en su más conocida serie de cuadros: Homenaje al Cuadrado. En ella utiliza el cálculo de formas cada vez menores para ilustrar su teoría de que los cambios de lugar, forma y luz alteran el color.
Esta edición impecable nos permitirá descifrar el interés que Albers mostró por la ambigüedad de la percepción: la discrepancia entre la información visual que la retina recibe y lo que la mente percibe, quedando claro que la identidad del color no reside en sí mismo, sino que se establece por relación con su entorno.
Anni Albers (1899–1994) llegó a entender perfectamente la esencia del arte textil y los fundamentos de su expresividad. Miembro pionero del taller de tejido de la Bauhaus, la escuela de diseño de Alemania en los años veinte, fue una de las artistas textiles más destacadas del siglo XX.
En 1963, en el Taller de Litografía Tamarind de Los Ángeles, se sintió atraída por el proceso de impresión y por el potencial creativo que ofrecía la litografía. A lo largo de las dos décadas siguientes, Anni Albers creó una serie de impresiones que lograban traducir su innovador trabajo textil a este nuevo medio, introdujo los colores mexicanos en sus trabajos y sus textiles se liberaron de las estrictas limitaciones de la trama que habían dominado su trabajo realizado en la Bauhaus. Exploró nuevas técnicas con la litografía, la impresión en offset, los procesos fotográficos y la serigrafía, creando un cuerpo de obra que ahora se publica aquí en su totalidad por vez primera.
Fotografía
Al Qaeda está preparando una ola de ataques terroristas contra Roma, el Vaticano y el recién elegido Papa. El agente Nick Rossi y la bella agente del Mossad, Josie Schulman, saben que las vidas de millones de personas dependen de sus acciones. ¡El tiempo corre!
Una conexión entre pasado y presente. Templarios y masonería. Un acuerdo secreto entre un linaje de sangre real y el terrorista más importante del mundo. El Papa en peligro y el tiempo que inexorablemente no perdona… hasta el inquietante desenlace de la última página.
Una brillante novela de suspense que se dirige a cada uno de nosotros de forma insólita y sorprendente.
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Publicado en 1904, el artículo titulado La "objetividad" del conocimiento en la ciencia social y en la política social contiene los elementos fundamentales de la concepción de la ciencia social alumbrada por Max Weber y puede considerarse, por ello, como uno de los escritos fundacionales de la sociología contemporánea. En sus páginas, Weber expone su concepción de la nueva ciencia social, señalando ante todo su objeto de estudio –el significado cultural de los fenómenos sociales– y la naturaleza y características de los conceptos con los que opera –los “tipos ideales”–. La ciencia social weberiana se destaca por la función metodológica que desempeñan en la delimitación del objeto de investigación los valores dominantes en la sociedad, pues es precisamente la relación con algún valor cultural la que suministra al investigador la perspectiva para construir su objeto de estudio. Este perspectivismo y el hecho de que los valores o ideas dominantes cambien en el tiempo no implica, sin embargo, que los resultados de la ciencia social sean “subjetivos”, pues también el científico social está sometido, en la aplicación de los instrumentos conceptuales con los que opera, a las normas del pensamiento.
La ciencia como profesión, originariamente una conferencia pronunciada por Max Weber en 1917 y publicada como libro en 1919, plantea la cuestión del sentido de la ciencia como trabajo profesional para el individuo. El autor se pregunta si la ciencia contemporánea ―inmersa en un inevitable proceso de especialización― da respuesta a la pregunta más importante con la que se encuentra el ser humano: cómo debe vivir, qué debe hacer. ¿Puede la ciencia fundamentar los valores últimos con los que los hombres organizan su vida? A pesar de su respuesta negativa, Weber invita a su audiencia de estudiantes a que no rehúyan mirar de frente las consecuencias paradójicas del proceso de racionalización moderno y estén a la altura de las «exigencias de cada día».