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La mitología clásica ha alimentado durante miles de años todas las formas de expresión en las humanidades y las bellas artes. Los mitos surgieron como posible explicación de fenómenos naturales, pero también para responder a eternas preguntas sobre el origen y destino de nuestra especie, un esfuerzo imaginativo para superar los límites del saber racional de cada época. Por eso, no resulta extraño que la ciencia y la tecnología se hayan impregnado a menudo de la .mitología clásica, y en especial para inspirar la nomenclatura de invenciones y descubrimientos. 'Del mito al laboratorio' nos habla de esos personajes mitológicos, cuyos nombres e historias captaron la atención de la comunidad científica hasta el punto de homenajearlos al bautizar muchas «criaturas» nacidas de sus investigaciones
Violeta vive con sus padres en un piso pequeño de una ciudad grande. Su vida podría ser como la de cualquier niña de su edad, pero no lo es, porque cada día debe presenciar la más dura escena que se puede representar ante los ojos de un niño: ver cómo su padre insulta y agrede a su madre, ver las lágrimas de ésta mezclándose con su sangre...
Conmovedora historia de lamentable actualidad que acercará al joven lector a una realidad dolorosa, pero que existe y ante la cual es preciso reaccionar.
Los árboles de un parque están enfermos, sin fuerzas, casi sin hojas. El motivo es el poco cuidado que las personas tienen con ellos. Tras auscultarlos, don Matías, el doctor, asegura que las raíces están debilitadas a causa de la basura que las cubre, el parque morirá. Por suerte, un misterioso mendigo que duerme en él tiene la solución: tierra limpia.
El campo de espigas está cada vez más bonito. El campesino, orgulloso de su trabajo, decide poner un espantapájaros para que asuste al que quiera hacer daño a su trigo. Espanta y las espigas pronto se hacen amigos, pero las cosas cambian cuando aparece una banda de cuervos...
Al gato Floro le gusta mirar desde su ventana el majestuoso vuelo de la cigüeña del pueblo.
La verdad es que a Floro le encantaría poder volar, y ver todo desde el cielo. Por fin un día se arma de valor, se sube a un tejado, se lanza y ... despega.
Ferdinando es un toro muy especial: en vez de gustarle embestir, bramar y saltar, prefiere observar y oler las flores del campo. Pero un día llegan unos capataces para llevarse los toros de la próxima corrida... ¿Cómo reaccionará Ferdinando?