Los temas de los que se ocupó Hans Kelsen a lo largo de su dilatada trayectoria intelectual fueron muchos y variados, abarcando desde la teoría del derecho, que fue su principal fuente de preocupación, a la filosofía política y la filosofía moral. En este campo su posición se caracterizó por un relativismo axiológico que es propio de una metaética escéptica ante la posibilidad de justificar racionalmente juicios de valor morales. Esto le llevó a rechazar que se pueda conocer algo así como un «valor moral absoluto», y a enfrentarse a cualquier manifestación del objetivismo ético y, principalmente, a la teoría del derecho natural.
Este rechazo explicaría por qué para Kelsen el problema de la validez del derecho positivo –que en definitiva es el problema de su existencia– tiene que afrontarse dejando al margen la cuestión de su aceptabilidad moral, pues el contenido del derecho justo no se puede determinar, a menos que se tome la senda de la especulación metafísica, pero esto es algo que él no puede admitir.
La posición sobre la justicia es una pieza de gran significación en el pensamiento kelseniano. Por eso es incomprensible el olvido al que, con carácter general, se ha visto relegada por estudiosos y críticos. Si a esto se añade que en la lengua española la laguna es aún más acusada, ello puede dar una idea del interés que tiene su examen. El objetivo del libro que el lector tiene en sus manos es tratar de colmar ese importante vacío.

• Publicado en la colección Filosofía y Derecho de la editorial Marcial Pons, Ediciones Jurídicas y Sociales, en Madrid, el 16/11/2017.

El objetivo primordial de todo sistema tributario es facilitar al Estado o Administración pública con potestad tributaria la obtención de los recursos necesarios para atender a sus gastos y demás necesidades de financiación. Para conseguir estos recursos se aprueban una serie de normas tributarias que constituyen el sistema tributario aplicable. El sistema tributario gira en torno a la figura de los tributos, pudiendo definir éstos como «los ingresos públicos que consisten en prestaciones pecuniarias exigidas por una Administración pública como consecuencia de la realización del supuesto de hecho al que la ley vincula el deber de contribuir, con el fin primordial de obtener los ingresos necesarios para el sostenimiento de los gastos públicos» (art. 2 de la Ley General Tributaria, Ley 58/2003, de 17 de diciembre, BOE de 18-12-2003, en adelante, LGT). Dentro de los tributos se engloban diferentes figuras tributarias y así el art. 2.2 de la LGT, establece que los tributos se clasifican en tasas, contribuciones especiales e impuestos. A su vez, para la aplicación de los tributos se han de aprobar toda una serie de normas tributarias, las cuales tienen diferentes contenidos y finalidades. Así, dentro de la normativa tributaria podemos diferenciar normas sustantivas o materiales y otras procedimentales. Las primeras regulan y desarrollan los elementos y aspectos esenciales para la aplicación de los tributos. Las segundas recogen aquellas normas y disposiciones generales, aplicables en todos los procedimientos de aplicación de los diferentes tributos, ya sea de manera directa o supletoria, además de recoger también las normas relativas a Procedimientos específicos, como son los de comprobación e investigación, de recaudación de las deudas resultantes, los sancionadores y los referidos a los recursos y reclamaciones que pueden interponerse frente a los actos administrativos, entre otros. En esta obra nos vamos a referir a los procedimientos tributarios y para ello vamos a diferenciar diversos capítulos en los que nos referiremos en primer lugar a las Cuestiones generales y Normas comunes, para posteriormente tratar cada uno de los Procedimientos específicos (Gestión, Inspección, Recaudación, Procedimiento y Régimen Sancionador, Revisión de Actos en vía Administrativa y el Procedimiento amistoso en materia de imposición directa).

El objetivo primordial de todo sistema tributario es facilitar al Estado o Administración pública con potestad tributaria la obtención de los recursos necesarios para atender a sus gastos y demás necesidades de financiación. Para conseguir estos recursos se aprueban una serie de normas tributarias que constituyen el sistema tributario aplicable. El sistema tributario gira en torno a la figura de los tributos, pudiendo definir éstos como «los ingresos públicos que consisten en prestaciones pecuniarias exigidas por una Administración pública como consecuencia de la realización del supuesto de hecho al que la ley vincula el deber de contribuir, con el fin primordial de obtener los ingresos necesarios para el sostenimiento de los gastos públicos» (art. 2 de la Ley General Tributaria, Ley 58/2003, de 17 de diciembre, BOE de 18-12-2003, en adelante, LGT). Dentro de los tributos se engloban diferentes figuras tributarias y así el art. 2.2 de la LGT, establece que los tributos se clasifican en tasas, contribuciones especiales e impuestos. A su vez, para la aplicación de los tributos se han de aprobar toda una serie de normas tributarias, las cuales tienen diferentes contenidos y finalidades. Así, dentro de la normativa tributaria podemos diferenciar normas sustantivas o materiales y otras procedimentales. Las primeras regulan y desarrollan los elementos y aspectos esenciales para la aplicación de los tributos. Las segundas recogen aquellas normas y disposiciones generales, aplicables en todos los procedimientos de aplicación de los diferentes tributos, ya sea de manera directa o supletoria, además de recoger también las normas relativas a Procedimientos específicos, como son los de comprobación e investigación, de recaudación de las deudas resultantes, los sancionadores y los referidos a los recursos y reclamaciones que pueden interponerse frente a los actos administrativos, entre otros. En esta obra nos vamos a referir a los procedimientos tributarios y para ello vamos a diferenciar diversos capítulos en los que nos referiremos en primer lugar a las Cuestiones generales y Normas comunes, para posteriormente tratar cada uno de los Procedimientos específicos (Gestión, Inspección, Recaudación, Procedimiento y Régimen Sancionador, Revisión de Actos en vía Administrativa y el Procedimiento amistoso en materia de imposición directa).

Muchas veces menospreciada u olvidada en las agendas políticas y académicas, la dimensión comunicativa constituye, sin embargo, una perspectiva privilegiada para aproximarse a conocer cómo evolucionan, luchan y construyen el espacio público las personas y las sociedades al Sur del Sáhara. Esta obra, además de los capítulos de José Carlos Sendín (que presenta el panorama general de los medios en África) y de Antoni Castel (quien muestra los retos a los que se enfrenta la comunicación para el cambio social en el continente), ofrece las reflexiones y aportaciones sobre la esfera pública africana de una prestigiosa académica, así como de profesionales africanos de la comunicación. Así, Bella Mody analiza la representación de África en los medios del Norte y del Sur a partir de la crisis de Darfur; Jenkeri Zakari Okwori introduce el panorama mediático del África anglófona, David Tam-Baryoh trata el papel de los medios en un Estado frágil como Sierra Leona y Patrice Douh se centra en la situación de los medios del África francófona. De esta forma, quizá podamos aproximarnos a escuchar la voz de África.