9788417870157
El Antropoceno «La expansión del capitalismo global choca con la biosfera»
Ramón Fernández Durán
Editorial: Virus Editorial Fecha de publicación: 10/03/2022 Páginas: 160Formato: 14 x 21 cm.
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«La quiebra del capitalismo global: 2000-2030.Preparándonos para el comienzo del colapso de la Civilización».
El «mundo de 2007» se ha acabado, ya no existe como tal, ni volverá jamás. Es un «mundo» que se está deshaciendo poco a poco ante nuestros ojos, pero sin darnos cuenta. Estamos en un punto de inflexión histórica. Una bifurcación de enorme trascendencia de la que todavía no somos conscientes. O tan sólo mínimamente. Se están produciendo ya profundas mutaciones económicas, geopolíticas y culturales, muchas de ellas de carácter todavía subterráneo, que irrumpirán con fuerza en la superficie en las próximas dos décadas, pero que aún permanecen ocultas, sobre todo para los que no las quieren ver. La gran mayoría de las sociedades del mundo, condicionadas por los mensajes que les transmiten sus estructuras de poder y la Aldea Global, pero las fuerzas que las van a sacar bruscamente a la luz y las van a intensificar aún más se están fraguando rápida e intensamente en la trastienda, pues no se han mostrado todavía tampoco de forma abierta, o tan sólo en parte, para los que las quieran ver también. Y esas fuerzas no son otras que el progresivo agotamiento de los combustibles fósiles o el principio del fin de la era de la energía barata, al menos en un primer momento, pero también los límites ecológicos planetarios al despliegue “sin fin” del actual Capitalismo Global y la Civilización Industrial.
Subtítulo: "Pico del oro negro y colapso financiero (y ecológico) mundial".
El fin de la Era del Petróleo está ya en el horizonte. Ese fin no acontecerá cuando se acabe el petróleo, sino bastante antes, cuando se inicie y profundice el declive de su oferta, a partir del llamado pico del petróleo, tal y como alerta este texto. Pero esta Era del Petróleo que hemos vivido especialmente en el siglo XX, y muy en concreto en su segunda mitad, una etapa de crecimiento económico espectacular que ha beneficiado a una minoría del planeta y que ha incrementado las desigualdades sociales y territoriales como nunca en la historia de la humanidad, ha sido también una era trágica. De ahí el título del libro. El petróleo ha estado íntimamente relacionado con los principales conflictos bélicos del pasado siglo, y por supuesto está estrechamente ligado con las nuevas guerras del recién iniciado siglo XXI (Irak, Afganistán, Sudán, etc.). El libro realiza un recorrido histórico por la explotación del petróleo y analiza cómo ésta ha estado relacionada con las grandes dinámicas geopolíticas, cuyas tensiones se han ido concentrando principalmente en torno a Oriente Medio, donde están dos tercios de las reservas mundiales de crudo restantes. El fuerte alza del precio del crudo desde el inicio del nuevo milenio y la subida espectacular de la cotización del barril en los últimos tiempos son indicadores de que la era del petróleo barato se ha acabado para siempre. Pero el declive energético que supondrá el pico del petróleo conllevará sin lugar a dudas el inicio de la era del decrecimiento. Un decrecimiento sin fondo y sin fin, como resalta el texto, sobre todo porque tras el pico del petróleo vendrá el del gas y luego el del carbón. El fin de la era de los combustibles fósiles muy probablemente implique el colapso del modelo civilizatorio que conocemos, que está chocando ya con los límites ecológicos del planeta. El presente libro apunta las claves para comprender la enorme trascendencia de los nuevos escenarios que se abren, y examina cómo las actuales estructuras de poder se preparan para abordarlos recurriendo a medidas cada vez más autoritarias y belicistas. Pero también se señalan las oportunidades que se nos abren con todo este marasmo para poder caminar hacia otros mundos posibles.
La Unión Europea se encuentra en un proceso de refundación como superpotencia mundial, para mejor defender los intereses del capital europeo en esta nueva etapa de «globalización armada». El presente libro pretende ser una aportación al debate sobre la necesidad de deconstruir «Europa», es decir, sobre la necesidad de acabar con el único Proyecto Europeo existente, el de la Europa del Capital y la Guerra.
Una legislación especialmente laxa en cuanto a recalificaciones de terrenos, la ausencia de control sobre los precios finales y la entrada masiva de capital extranjero, junto con bajos tipos de interés y la falta de viviendas de alquiler o de pisos de protección oficial, han favorecido un boom inmobiliario que amenaza con cubrir gran parte del territorio peninsular y destruir nuestras ciudades, engullidas por la expansión y reestructuración metropolitana.
El fin de la Era del Petróleo está ya en el horizonte. Ese fin no acontecerá cuando se acabe el petróleo, sino bastante antes, cuando se inicie y profundice el declive de su oferta, a partir del llamado pico del petróleo, tal y como alerta este texto. Pero esta Era del Petróleo que hemos vivido especialmente en el siglo XX, y muy en concreto en su segunda mitad, una etapa de crecimiento económico espectacular que ha beneficiado a una minoría del planeta y que ha incrementado las desigualdades sociales y territoriales como nunca en la historia de la humanidad, ha sido también una era trágica. De ahí el título del libro. El petróleo ha estado íntimamente relacionado con los principales conflictos bélicos del pasado siglo, y por supuesto está estrechamente ligado con las nuevas guerras del recién iniciado siglo XXI (Irak, Afganistán, Sudán, etc.). El libro realiza un recorrido histórico por la explotación del petróleo y analiza cómo ésta ha estado relacionada con las grandes dinámicas geopolíticas, cuyas tensiones se han ido concentrando principalmente en torno a Oriente Medio, donde están dos tercios de las reservas mundiales de crudo restantes. El fuerte alza del precio del crudo desde el inicio del nuevo milenio y la subida espectacular de la cotización del barril en los últimos tiempos son indicadores de que la era del petróleo barato se ha acabado para siempre. Pero el declive energético que supondrá el pico del petróleo conllevará sin lugar a dudas el inicio de la era del decrecimiento. Un decrecimiento sin fondo y sin fin, como resalta el texto, sobre todo porque tras el pico del petróleo vendrá el del gas y luego el del carbón. El fin de la era de los combustibles fósiles muy probablemente implique el colapso del modelo civilizatorio que conocemos, que está chocando ya con los límites ecológicos del planeta. El presente libro apunta las claves para comprender la enorme trascendencia de los nuevos escenarios que se abren, y examina cómo las actuales estructuras de poder se preparan para abordarlos recurriendo a medidas cada vez más autoritarias y belicistas. Pero también se señalan las oportunidades que se nos abren con todo este marasmo para poder caminar hacia otros mundos posibles.
En el siglo XX, la institución del Estado se amplia al mundo entero, sobre todo con la irrupción de un gran número de nuevos Estados tras el fin del dominio colonial europeo, y lo hace en su forma de Estado-nación de corte capitalista que alcanza su apogeo con el derrumbe de la Unión Soviética. Se pasa de un Estado fuertemente liberal a inicios del siglo XX, a un Estado social a mediados del mismo —sobre todo en los territorios centrales occidentales—, para acabar otra vez con un tipo de Estado de corte «neoliberal» a finales del siglo. Esto significará el desmantelamiento de muchas de las conquistas políticas y sociales alcanzadas, y provocará una creciente crisis de legitimidad institucional sobre todo en la Periferia, donde su presencia y arraigo era mucho menor. El Estado parece vivir un periodo de gloria, arrastrado por la fe en el progreso y el aumento sin freno del consumo energético, en los países centrales tras la Segunda Guerra Mundial, pero empieza su declive en torno al 68, cuyas revueltas marcan asimismo la erosión imparable de las burocratizadas formas de oposición de la Vieja Izquierda. Esto explica el nacimiento a finales de siglo del Movimiento por la Justicia Global, caracterizado por una manera diferente de entender la acción política y por una presencia destacada de los movimientos campesinos e indígenas y de las demandas del Sur Global, que desplaza aún más la centralidad obrera previa. Se va abriendo camino, asimismo, un discurso «antidesarrollista», que tiene en cuenta la enorme diversidad de sujetos, territorios, tradiciones y realidades que componen el mundo y que choca frontalmente con el nuevo capitalismo global que pretende aplicar una receta única a escala planetaria. Sin embargo, paralelamente se asiste al auge de los fundamentalismos de todo tipo y de movimientos sociales fuertemente regresivos, de reafirmación de elementos identitarios locales o regionales —religión, cultura, etnicidad, nacionalidad, etc.— que, en muchos casos, ensombrecen las dinámicas de contestación global al Estado capitalista hegemónico.