El golpe de Estado y la Dictadura de Primo de Rivera constituyen uno de los hechos más relevantes de la historia de España durante el pasado siglo XX. Simbolizan el final de la Restauración y la Constitución de 1876 ante el inminente peligro de derrumbe por las reiteradas crisis estructurales que experimentó. Este cambio de rumbo de la política española desencadenó la posterior proclamación de la Segunda República, la Guerra
Civil y el régimen dictatorial-autoritario de Franco. Debido a su trascendencia histórica, el golpe de Estado del 13 de septiembre de 1923 fue algo más que el paréntesis de inicio de una corta etapa histórica, más bien fue epílogo de lo anterior y prólogo del porvenir que esperaba a los españoles.
Con este libro se ha querido reflexionar sobre la naturaleza y significado del golpe de Estado de Primo de Rivera, atendiendo a los factores que contribuyeron a su realización, como fueron la trayectoria vital de Primo de Rivera, el papel de Alfonso XIII, el malestar en Cataluña y otros más, relacionados con el ocaso mencionado del régimen de la Restauración. También se analizan los efectos que el golpe militar tuvo sobre los intelectuales, el movimiento socialista, el naciente fascismo y el republicanismo reformista, sin olvidar la implantación de la Dictadura en provincias, como fue el caso de Granada. Todo ello con el objetivo final de coadyuvar a la revisión historiográfica y la memoria histórica de este breve, pero esencial, periodo de la historia en España.

Estas notas pretenden situar el lugar de la Historia del pensamiento político en el conjunto de la Ciencia Política. Se presentan en un contexto de incipiente expansión de la disciplina politológica en España, manifiesta en la creación de nuevas Facultades. Por ello, subrayan la especificidad de la perspectiva politológica en relación con los enfoques propios de otras disciplinas académicas, principalmente la Filosofía y la Historia, se orientan hacia la concreción de los diferentes enfoques de investigación en un programa docente de la licenciatura en Ciencias Políticas y proponen aprovechar la oportunidad de la elaboración de nuevos planes docentes para revisar y discutir algunos criterios básicos, heredados de otras situaciones, e innovar y ponerse al día en el uso de criterios válidos en un ámbito internacional.

En las páginas de este libro se trata de indagar sobre el pensamiento generado en torno a la constante sucesión de crisis que la historia contemporánea de España compendia. Diversas crisis, asociadas a perdidas coloniales, problemas económicos y sociales, revoluciones fallidas, golpes de Estado, guerras internas y externas, revueltas violentas, transiciones de regímenes y modelos de gobierno, son estudiadas a través de las ideas expuestas por intelectuales y políticos (Blanco White, Ramón de la Sagra, Donoso Cortés, Unamuno, Maeztu, Azorín, Ganivet, Rafael Altamira, Ortega y Gasset, Adolfo Posada, Fernando de los Ríos, Marcelino Domingo, Villar Mir), ideologías (republicanismo, regeneracionismo, totalitarismo y franquismo), tendencias políticas (inmovilismo, aperturismo y rupturismo en el marco de la Transición, terrorismo y crisis intelectual) o partidos (Podemos y su discurso sobre la nación). El elenco de autores y crisis políticas seleccionadas para su estudio representa un conjunto de ejemplos que permite calibrar los elementos que eran tenidos en consideración por los "pensadores de crisis" para explicar y comprender el sentido de los cambios y proporciona conocimientos sobre las claves epistemológicas y metodológicas desde las que estos autores opinaban sobre su realidad más cercana.

Patronos y clientes han sido siempre, con más o menos intensidad y bajo modalidades distintas, protagonistas de nuestra escena política y de nuestra historia contemporánea. A la sombra de las instituciones y vida políticas crearon redes de relaciones de intermediación e intercambio que han sobrevivido a los procesos de modernización de la sociedad ya los bruscos giros de la política española.
El patronazgo y el clientelismo políticos han desempeñado un importante doble papel. Por un lado, han fomentado sistemas de explotación personalista que retrasaron la constitución de un sistema político democrático y la difusión de una cultura política participativa. Por otro, han cumplido una función conservadora del poder político y del orden social, que ha favorecido la integración social y política, aunque mediante mecanismos situados en los límites de la legalidad y la moralidad, provocando el rechazo de amplios sectores de la sociedad española. Política en penumbra examina la trayectoria de estas relaciones patrono-cliente en España durante los siglos XIX y XX. Trata de explicar su génesis, sus transformaciones y sus complejas características desdé una perspectiva amplia que incorpora la larga duración del fenómeno y las aportaciones empíricas y teóricas hechas por las ciencias sociales en los últimos años.