Como nueva edición, comporta la actual una actualización del tratamiento de la institución usufructuaria, en cuanto a doctrina reciente, donde aparecen ideas nuevas que intentan explicar la estructura y gestión de usufructos que no se acomodan a los cánones clásicos (en concreto, el de cartera de valores), como en legalidad (cuando le ha afectado) y jurisprudencia (con algunas novedades), incluida la registral, innovadora en no pocos aspectos y siempre importante en esta materia. Cada día adquieren más relevancia social y económica ciertos usufructos que ya no son tan nuevos como se les llamaba hace pocos años, y todavía no regulados en nuestro ordenamiento común (algunos sí en los autonómicos): me refiero al usufructo de empresa, de participaciones de fondos de inversión, de cartera de valores, y otros más novedosos (de propietario, de garantía) que prometen mejor futuro. Todos ellos han requerido mayor atención, en vista de que no son todavía objeto de estudios monográficos y es pobre la jurisprudencia que generan. Otra materia que ha adquirido cierta importancia y mayor extensión -que no alcanzó en la edición anterior, un poco injustamente- ha sido la de los usufructos legales, cuya diversidad enriquece en varios aspectos la institución y cuyos problemas específicos (que no son sólo de tipo histórico y de sociedades pasadas) obligan a reflexionar y a buscar soluciones que otrora pasaron desapercibidas. Los derechos de uso y habitación tienen cada día más peso en el ámbito jurídico: en cuanto han dado lugar en nuestra sociedad cambiante a derechos de esa clase legales con objeto de atender necesidades sociales crecientes, y en la gran importancia que hoy tiene el derecho de uso de la vivienda familiar tras la crisis matrimonial por razones conocidas. Pues bien: todo ello invitaba a estudiarlos para esta nueva edición con particular interés, que no se ha visto defraudado al revisar la bibliografía reciente y otra vez la jurisprudencia, donde ha habido en los últimos años pronunciamientos destacados, que van confirmando por varios conductos la identidad propia de tales derechos, que ya no son “usufructos de arte menor”. Por lo demás, se mantiene en la revisión de esta obra el planteamiento problemático, funcional y práctico de estas instituciones de la primera edición, la metodología seguida, la apreciación crítica y la preocupación por la adecuación y aplicación a la sociedad y tiempo nuevos de una legalidad vieja en unos casos e insuficiente en otros. Esta obra completa el catálogo de Thomson-Reuters Aranzadi.

Se estudian en esta obra un grupo de derechos consistentes en el aprovechamiento de utilidades y servicios que pueden proporcionar bienes ajenos al titular, compatibles en su ejercicio con el derecho de propiedad. Me refiero a los derechos de usufructo, de uso y habitación, servidumbres, derechos de aprovechamiento parcial, censos, derecho de superficie. Son todos ellos derechos antiguos que han llegado a la actualidad bajo una regulación anticuada, que no sólo no han perdido interés sino que adquieren empuje y vigencia renovados al recaer con frecuencia sobre bienes inexistentes otrora (propiedad industrial, activos financieros, inversiones varias) y patrimonios nuevos, y servir a planteamientos socioeconómicos y necesidades sociales muy diferentes de aquellos a que atendían siglos atrás: desde el derecho legal de habitación a favor del legitimario discapacitado hasta el de sobreelevación de un inmueble o el de superficie urbanística. Hoy hay pocos usufructos de rebaños, de bosques o de minas (que regula nuestro Código civil), servidumbres de saca de agua y abrevadero o censos reservativos, y más usufructos de acciones de sociedades anónimas, de participaciones de fondos de inversión colectiva o de empresas en actividad; y aprovechamientos de fincas para anuncios publicitarios o de repetidores de televisión, uso de vivienda familiar asignado al cónyuge e hijos tras la crisis matrimonial, o aprovechamiento por turno de bienes de uso turístico. El interés general y exigencia al jurista actual radica en obtener soluciones adecuadas para problemas nuevos a partir de viejas legalidades o leyes especiales recientes, a veces de difícil convivencia, y de una jurisprudencia que llega con cierto retraso a conflictos de ese origen. Tal es la contribución que pretende esta obra, sin declinar en el estudio integral de aquellas y estas instituciones.