Los cuadernos para manchar de Laura Ginès y Pere Ginard invitan tanto el niño como el adulto a dar rienda suelta a su imaginación dando con color forma y volumen a los perfiles de caras de señores y de pájaros de todo el mundo (incluso del mundo de la fantasía).
En el cuaderno para aprender a dibujar barbas y mostachos, el lector podrá completar la expresión de las caras de 48 señores (y a veces hasta animales) con un buen par de mostachos, una barba larga y cerrada o de chivo, en punta, partida o cuadrada, de abanico, corrida, a lo Quevedo o a lo Napoleón III, sin olvidar trazar por aquí y por allí dos anchas patillas. ¿Acaso alguien resistir a la tentación de dibujar bigotes en una cara bien afeitada?

Los cuadernos para manchar de Laura Ginès y Pere Ginard invitan tanto el niño como el adulto a dar rienda suelta a su imaginación dando con color forma y volumen a los perfiles de caras de señores y de pájaros de todo el mundo (incluso del mundo de la fantasía).
En el cuaderno de pájaros para estudiar y colorear, no falta ninguna especie digna de mención (aparte el aguilucho migrador que ya se ha ido). Están el silbón panamericano, el andarríos macho, los pollos marismeños, el chorlito de manglar, el falso periquito de Acapulco, el colibrí peludo, la aguja hormiguera y el correveidile zumbón y están todos los pájaros que los colores de un lápiz o un rotulador y la fantasía sonora del lector quieran evocar.
Un divertimento que, si lo miras de cerca, reserva muchas sorpresas y asociaciones inesperadas incluso para un adulto que creía saberlo todo.