978-84-10-03150-0
LAS NUEVAS AVENTURAS DE ESTHER LA BODA
CARLOS PORTELA ANEKE
Editorial: DOLMEN EDICIONES Fecha de publicación: 25/04/2024 Páginas: 156Formato: Rústica
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PORTELA Y KEKO FIRMAN UN MAGISTRAL THRILLER QUE NO TEME PONER EL DEDO EN LA LLAGA Contrition es una pequeña localidad perdida en el condado de Palm Beach que acoge a un amplio número de exconvictos condenados por delitos sexuales. Estos residentes forzosos viven allí como en un limbo, marginados del resto del mundo. Cuando uno de ellos muere en un incendio en su propia casa, la policía atribuye el suceso a un accidente doméstico. Pero Marcia, una periodista local, sospecha que las apariencias engañan. El guionista Carlos Portela (La cuenta atrás) y el dibujante Keko (Trilogía del yo) firman un thriller modélico y espinoso que gira en torno a una cuestión moral: ¿es posible la redención?
'Somos cómplices de lo que nos deja indiferentes', señalaba George Steiner. Cuando el testigo del abuso y la violencia mira hacia otro lado, cuando prefiere no ver ni saber, cuando esgrime el 'algo habrá hecho', cuando una vez pasada la violencia exige el olvido, y cuando este testigo representa a una mayoría, nos encontramos ante una sociedad enferma. Lo hemos visto en nuestro país con las heridas de la guerra civil, también en otros conflictos europeos, como la guerra de los Balcanes, o la Irlanda del IRA. Y la historia se repite. Cuando se publicó la primera edición de El eco de los disparos, habían pasado cinco años desde que ETA anunciara el cese definitivo de la lucha armada. Desde entonces y hasta ahora, siete años después, una parte de la sociedad española y vasca parece estar dispuesta a pasar página, como si las últimas décadas de violencia hubieran sido tan sólo una pesadilla, como si la violencia que afectó a tantas personas dentro y fuera de los territorios vascos se pudiera circunscribir a un pasado cerrado. Pero la historia, la responsabilidad frente al pasado, no desaparece por prescripción, sobre todo cuando ampliamos la mirada y consideramos parte del conflicto no sólo a víctimas y perpetradores, sino a la sociedad que fue testigo de la misma -a veces testigo cómplice, a veces testigo amedrentado, a veces testigo indiferente-. Edurne Portela ofrece en este libro una serie de memorias íntimas de la violencia y defiende, a través de reflexiones sobre la literatura y el cine actuales, una cultura para el presente que ayude a afrontar las heridas del pasado.
Emma, quien no pensaba mucho en el amor, se enamoró perdidamente de un desconocido en una fiesta, fue amor a primera vista, creyó que este solo sería un amor pasajero de esos que nunca piensas volver a ver, pero el destino tenía otros planes, Emma encontraría a la persona que cambiaría su vida en el lugar menos esperado.
El mito es una categoría fundamental del lenguaje. Lo fue para la Retórica en la Antigüedad y lo es hoy para la Lingüística. Los mitos nacen y se desenvuelven otra vez en la oralidad (música, radio, habla popular o discursos híbridos como el cine) y de nuevo se transfieren a la escritura (cultura de masas, prensa e internet). En ese libro los nombres de los grandes lingüistas están relacionados fructíferamente con los de los grandes mitógrafos. La influencia de Saussure llega, por mediación de Jakobson, a Lévi-Strauss; y, por mediación de Greimas, a Roland Barthes, quien dedicó a la actriz sueca una de sus Mitologías. Dado que, desde entonces, la teoría lingüística del mito es inseparable del análisis del discurso, este libro aplica ambos a los mitos cinematográficos, concretamente al de Greta Garbo. Plantea también su recepción en el ámbito de la lengua española. El itinerario es el que requiere el lenguaje: fonética (con una hierofonética), semiología, pragmática y retórica, mediante un análisis de críticas de cine, entrevistas y anuncios en prensa. Se subraya la dimensión femenina (y andrógina) del lenguaje y del mito de Greta Garbo como discurso que, desde hace más de un siglo, libera y en gran medida anticipa o profetiza muchas realidades actuales, tanto lingüísticas como estéticas, sociales o políticas.
Los ojos cerrados es una novela de un solo lugar, un pueblo que podría tener cualquier nombre y que por eso se llama Pueblo Chico. Pueblo Chico está anclado en una sierra agreste que a veces se cubre de niebla, otras de nieve, una sierra en la que a veces se pierden los animales, desaparecen las personas. En el pueblo vive Pedro, el anciano protagonista de esta novela, depositario de secretos que rodean a la violencia que ha atravesado el lugar durante décadas. Cuando Ariadna llega a Pueblo Chico por motivos al principio poco claros, Pedro la observa y vigila, mientras Ariadna va desvelando su propia vinculación con la historia silenciada del lugar. El encuentro entre pasado y presente, entre Pedro y Ariadna, da pie a una novela en la que Edurne Portela indaga sobre una violencia que si bien trastoca para siempre la vida de los personajes, genera la posibilidad de crear un espacio de convivencia y solidaridad.
El objetivo principal de este libro es presentar la estrecha relación que existe entre el proceso de diseño del envase y el embalaje y la mejora en la eficiencia y sostenibilidad de las cadenas de suministro.
Crecer siempre implica alguna forma de violencia, contra uno mismo o contra aquellos que quieren imponer su autoridad. Cuando además la vida trascurre en un pueblo de la margen izquierda del Nervión durante los años 80 y 90, y todo es heroína, paro, detritus medioambiental, cuando en las calles silban cada semana las pelotas de goma y los gases lacrimógenos y las paredes están llenas de consignas asesinas, la violencia no es sólo un problema personal. Mejor la ausencia nos presenta una familia destruida, atravesada por la violencia de su entorno.
Amaia, la pequeña de cuatro hermanos, narra ese entorno brutal desde su mirada de niña y adolescente. Compartimos con ella su miedo, su perplejidad, su rabia, ante un padre que hiere, una madre que se esconde, tres hermanos que, como ella, sólo buscan salir adelante. Amaia es la joven que se enfrenta, hasta alcanzar sus propios límites, a este mundo hostil. Amaia es también la mujer que años después vuelve a su pueblo para encontrarse con un pasado irresuelto. En ese camino de ida y vuelta, en sus huidas y regresos, descubrirá, a su pesar, que nadie escapa del entorno en el que se cría, de la familia que le toca en suerte. Y que reconocerlo es la única manera de sobrevivir.