Esta obra, estructurada en cuatro capítulos, hace una revisión actualizada de la relación existente entre la libertad de información, básica en cualquier Estado democrático, y los derechos fundamentales al honor, la intimidad personal y familiar y la imagen, de un lado y la protección de los datos personales, de otro; pues aún cuando pudiera parecer que la problemática está agotada y carece de interés jurídico y doctrinal, en el siglo XXI la protección tanto de una como de otros es, si cabe, más necesaria, dado que el paso del tiempo y el enorme avance de las nuevas tecnologías han incrementado la necesidad de replantearnos sus límites, delimitando, de nuevo, los perfiles de sus conceptos y su relación, en lo que tiene mucho que ver la invasión colonizadora de los medios de comunicación masiva. Para ello, además de la normativa vigente, se tiene en cuenta la gran labor desarrollada por los tribunales nacionales e internacionales completando la legislación; pues si hay un ámbito que refleja el dinamismo de la jurisprudencia es, sin duda, el de los derechos del artículo 18 de nuestra Constitución, pues se encuentra compelido a una constante evolución. En definitiva y siendo el hilo conductor la libertad de información, se hace palpable cómo el avance de las tecnologías de la información y la comunicación ha trasladado el tradicional conflicto entre estos derechos al entorno online y la problemática que se plantea, incidiendo especialmente en la protección requerida por los menores de edad y los menores con discapacidad y el modo en que nuestro Ordenamiento jurídico afronta y soluciona la controversia. También se hace referencia al derecho al olvido digital en los medios de comunicación, estudiando su concepto, emplazamiento legislativo y jurisprudencial y cuáles son sus límites y de igual modo, la forma en que las herramientas informáticas desarrolladas para facilitar el acceso a la información, como los buscadores, afectan a los datos personales y a su tratamiento en las hemerotecas digitales.

Esta obra estructurada en dos capítulos hace un estudio dogmático y jurisprudencial del elemento objetivo de la reserva lineal, esto es, del patrimonio reservable, con la intención de acercar al jurista a su problemática real, dando una visión completa, práctica y actual del mismo. Se trata de una institución clásica del Derecho de Sucesiones que ha sido estudiada en detalle por la doctrina pero que es necesario actualizar; por ello, a través de estas páginas y tras una serie de consideraciones generales que pretenden situar al lector y acercarle al posible emplazamiento de la reserva lineal en nuestro Ordenamiento, así como a su naturaleza jurídica; se estudian cuáles son las normas a las que se puede recurrir para integrar las posibles lagunas que se puedan presentar ante la escueta y enigmática redacción del artículo 811; para desde allí pasar directamente al estudio y revisión de sus presupuestos objetivos y sobre todo indagar en la posible aplicación del principio general de subrogación real en esta materia. Para ello, previamente nos sumergimos en la consideración y evolución del concepto de patrimonio y en el funcionamiento de la subrogación al objeto de fundamentar la posibilidad de aplicarla en dos momentos distintos: En vida del reservista, durante la cual la institución de la reserva adquiere toda su intensidad; y de igual modo, en relación a los bienes de los que haya dispuesto el descendiente, previamente recibidos a título lucrativo de un ascendiente o de un hermano. Se finaliza el recorrido con la individualización de los bienes reservables.

Esta obra estructurada en dos capítulos hace un estudio dogmático y jurisprudencial de la reserva lineal, una de las instituciones clásicas de nuestro Derecho de Sucesiones, con la intención de llevar a cabo un recorrido por la misma, desde su nacimiento hasta su extinción, que permita al jurista acercarse a su problemática real. Para ello, se hace una revisión de su concepto, estructura y funcionamiento y de las principales construcciones dogmáticas en torno a la misma partiendo de su origen histórico y su ratio legis, para al mismo tiempo y teniendo en cuenta las principales reformas operadas en nuestro Ordenamiento jurídico dar una visión completa, práctica y actual de las posiciones jurídicas del reservista y los reservatarios, incidiendo, en cuanto al primero, en los actos de disposición sobre bienes reservables, muebles e inmuebles, y en la posibilidad de acceso de la reserva al Registro de la Propiedad, y en relación a los segundos, en la determinación de las características y requisitos que han de reunir las personas que resulten favorecidas por la reserva, acomodando su determinación a importantes reformas legislativas, tales como la operada en materia de técnicas de reproducción humana asistida, que han puesto de manifiesto por su relevancia cuestiones del máximo interés relacionadas con el Derecho de Familia, sobre todo en materia de filiación y con el Derecho de Sucesiones, principalmente en cuanto a la determinación de si los nacidos y concebidos mediante dichas técnicas pueden ser considerados, en su caso, como reservatarios.

El objeto de esta monografía, la reserva lineal, es uno de los clásicos del Derecho de Sucesiones, siendo el artículo 811 que la regula, uno de los preceptos del Código civil que sin haber sido modificado en su letra original aún permite al jurista decir de él la penúltima palabra. Con esta obra se pretende además de estructurar la reserva de manera unitaria tratando de dar respuesta a las variadas cuestiones que plantea y sobre las que aún hoy existe controversia, la adaptación del precepto a las reformas experimentadas por el Código civil, fundamentalmente tras la Ley 30/81, de 7 de julio que amplió las causas de disolución del matrimonio.

Es difícil determinar en todo el entramado que constituyen las relaciones paterno-filiales, qué aspectos son públicos y cuáles privados; pero, además, existen elementos emocionales y biológico-afectivos no presentes en otras instituciones de guarda, de difícil percepción a nivel jurídico, que influyen en esos valores familiares. En este contexto hay que plantear la relación entre la familia y el Derecho y las obligaciones que derivan de la patria potestad. En la actualidad, las normas dictadas para la protección de los menores se asientan en el respeto de los mismos como titulares de derechos, que gozarán de mayor autonomía en función de su madurez, con la intención de dejar de lado planteamientos paternalistas, haciendo siempre efectiva la satisfacción del principio del interés del menor. Sin embargo, el creciente protagonismo socio-jurídico del menor, que ha dado lugar a una legislación específica para su defensa y ha supuesto un afianzamiento de su posición familiar, no debe constituir un obstáculo para que los padres desempeñen y compartan un justificado y destacado papel de cooperación con aquéllos. En este contexto la presente monografía tiene por objeto hacer un recorrido por los aspectos más relevantes de la relación paterno filial con el objetivo de reivindicar la inescindible armonía entre la obligación de protección y la autonomía del menor maduro.