¿Cómo reaccionarías si, de pronto, tuvieras que compartir tu casa con una hermana cuya existencia desconocías?
Eso es lo que le ocurre a Antonia, una treintañera introvertida y con sobrepeso, incapaz de resistir el reclamo del azúcar y los carbohidratos, que además debe lidiar con un jefe insulso y unos padres sobreprotectores. Lucilla, la hermana desconocida con la que deberá convivir, es el reverso de Antonia: bonita, extrovertida, desordenada... y delgada como un espárrago.
Habrá encuentros y desencuentros, descubrimientos y sorpresas, enojos y aprendizajes que cambiarán las vidas de ambas de maneras inesperadas.

Allegra tiene diecisiete años, y a veces se siente transparente. Sus padres apenas si se ocupan de ella. Las compañeras del nuevo instituto la excluyen de su círculo.Y después está Gabriel, el chico perfecto, que la trata como a una hermanita menor. Luisa tiene treinta y cinco años y a veces se siente insatisfecha. Trabaja en un banco, es soltera y mantiene una relación desafortunadísima con un hombre casado.Allegra y Luisa no se conocen, pero un incidente que cambia las vidas de ambas de forma radical hace que se encuentren. Allegra tendrá una oportunidad para volver a sentirse parte de una familia. Sin embargo, parece empeñada en alejar de sí a todaslas personas que la quieren. Menos mal que las amigas de verdad siempre están a mano.

Una novela irónica y divertida sobre las mentiras en la vida de una pareja.
A Stefano, que tiene treinta y cinco años y ha vivido los últimos cinco con Valentina, no le resulta nada fácil resignarse a que su matrimonio se rompa y a perder a la única mujer a la que ha querido de verdad. Mientras intenta encontrar la manera de reconciliarse, rememora las diferentes fases de su relación con ella. Stefano es amable y tolerante, tiene un trabajo estable y poca inclinación a tomar la iniciativa. Valentina es lista, ambiciosa y un tanto insegura.
Pese a ser tan distintos, los dos se gustaron desde el primer momento y tras convivir un tiempo decidieron formar una familia. Pero los pequeños y grandes problemas cotidianos y, sobre todo, las pequeñas y grandes mentiras sobre las que han construido su relación, hacen que ésta salte por los aires. ¿Lo han perdido todo o ha llegado la hora de que los dos maduren?