No me crucifica ni Dios

Hace ya algunos años que el cristianismo ha visto relegada la supremacía mediática a manos de productos o personas que en nada actúan conforme a las leyes divinas.
La Coca-Cola es hoy en día más famosa que Cristo, y por si fuera poco, actualmente el cristiano más famoso no está asociado con la salvación del mundo, ni con el perdón de los pecados, sino con un hombre que corre detrás de una pelota y se dedica a pegarle patadas si tiene oportunidad.
Ante este panorama Dios ha decidido enviar a la tierra a su segundo hijo, Jess, fruto del amor carnal que también padeció en algún instante de la eternidad.
Jess tiene ante sí la tarea de la renovación del cristianismo, del mensaje divino y de la salvación de los hombres. Pero este segundo mesías seguro que actuará de una manera muy diferente a la de su hermano. En esta novela puedes leer el futuro de nuestro mundo, y claro, el tuyo también, por supuesto.