Vivir irreflexivamente no es vivir la vida de verdad, decía Sócrates. Este libro quiere volver a enlazar con la tarea más antigua de la filosofía, que es pensar la vida humana. ¿En qué consiste someter la vida a examen? ¿Está este examen amenazado por el absurdo? ¿De qué forma la reflexión sobre la existencia humana da cuenta de su singularidad, del azar de los acontecimientos, de la certeza de la muerte, de la obsesiva presencia del pasado o de la irreversibilidad del tiempo?
Este libro es una defensa de la filosofía moral y de la reflexión ética, aplicadas a la vida humana y al mundo en que vivimos. El actual entusiasmo por la ética no debe hacernos olvidar que sin filosofía moral no hay reflexión ética, y sin reflexión ética no hay ética alguna.