Del laberinto en el que estuvo sumida la Castilla del siglo XV surgió otro, ahora en verso, que Juan de Mena presentó en 1444 al entonces monarca Juan II como un plan de acción política para la reforma del reino. Ese "Laberinto de Fortuna" constituye una pieza mayor en el canon de la literatura española, que se mueve entre las últimas inercias medievales y un primer Renacimiento propiamente hispánico. Mena lo concibió con una conciencia humanística y una decisiva dimensión experimental. En su afán por imitar la epopeya clásica, diseñó una lengua poética que se alejaba del uso común para dotar al castellano de una dignidad pareja a la del latín. Su éxito fue enorme y se mantuvo en el tiempo, como muestran los numerosos manuscritos en los que la obra nos ha llegado, los comentarios de Hernán Núñez o el Brocense o su presencia, aún viva, en la polémica gongorina. Esta edición crítica y modernizada pretende ofrecer una lectura clara y accesible de ese "Laberinto", que se presenta como un desafío sugestivo y extraordinario para los lectores del siglo XXI.

La obra recorre los episodios más importantes, pero no todos conocidos, de la aventurera vida del ex comisario José Manuel Villarejo -en la novela, Alejo Torres-: sus servicios de Inteligencia al BBVA, Repsol y otras empresas del IBEX; los encuentros con Corinna, la amante del Rey Emérito; sus enfrentamientos con Podemos por una tarjeta de teléfono o las confidencias del general venezolano Hugo Carvajal; su relación con el ex juez Baltasar Garzón; la confesión de la ex novia de Jordi Pujol Ferrusola; la trama Gürtel y la operación policial para hacerse con los papeles de Bárcenas? Todos estos extraordinarios sucesos, y otros que aparecen en la novela, que afectaron a la vida política y económica nacional, se enmarcan en la titánica lucha del protagonista contra Marcelino Martín Blas, comisario de Asuntos Internos de la Policía y, sobre todo, el director del CNI, Félix Sanz Roldán. La peripecia vital del policía transcurre desde los años setenta de la lucha contra ETA hasta las postrimerías del Gobierno de Pedro Sánchez, cuando se celebra su primer gran juicio, el del caso Tándem, tras la instrucción del juez Manuel García Castellón. El trabajo como agente encubierto en operaciones anti yihadistas - uno de los capítulos del libro es un relato de un viaje a Damasco en busca de información- y otras que afectaron a la seguridad del Estado, Operación Cataluña o la del pequeño Nicolás, son algunos de los ejes de la trama, con personajes como el traficante de armas Monzer Al Khassar -preso en los EEUU-. Los nombres de los protagonistas españoles han sido alterados, aunque fácilmente se identifican por el lector dados los papeles que encarnan. Asimismo, la esposa de Villarejo, la periodista Gemma Alcalá, cobra una relevancia que los medios de comunicación no han puesto hasta ahora de relieve. Los monólogos de Villarejo acerca de sus enemigos y otros demonios particulares transcurren en paralelo a otra historia, la de un asesino profesional contratado para eliminarle y que desemboca en un final sorprendente en la que se descubre la Operación Gardenia, declarada secreta, de la que se encontró documentación en el domicilio de Villarejo cuando fue detenido.