"Esta historia me la contaron hace mucho tiempo en un aeropuerto". Así da comienzo una de las historias de amor mejor contadas al más puro estilo cortazariano.

Clementina tenía los renglones de su historia escritos antes de nacer, y su vida se auguraba feliz, afortunada y privilegiada. Nacida en el seno de una familia de la nobleza madrileña, fue una niña alegre desde su nacimiento. Pero su abuela, La Rencorosa, ya lo advirtió a su entorno cuando oía comentarios sobre lo poco que lloraba la pequeña, «lo que no llore ahora, lo llorará cuando sea mayor», gruñía entre dientes. Apenas había cumplido los dieciséis años, cuando la vida que su entorno había planeado para ella se vio truncada por los caprichos del destino, y su única salvación fue la huida. Comienza entonces a escribir el primer capítulo de su segunda vida, ya convertida en otra persona. Una historia de búsqueda y de aceptación de su nueva identidad y de reconciliación con la soledad junto a la que se desplazará por los mapas en los que elige perderse, Madrid, Valencia, Estados Unidos? Esta es la historia del viaje interminable de una mujer que pudo tenerlo todo y que se vio obligada a olvidar su pasado para convertirse en otra persona, con la que tuvo que aprender a convivir. Una mujer a la que la vida enseñó que en la huida el cobarde demuestra su valentía.

“En una ocasión alguien dijo que cuando morimos, en el instante inmediatamente anterior a nuestra despedida, vemos nuestra vida aparecer en imágenes. Y desde entonces muchos decidimos creer que esto es así […]”. En cada despedida hay un comienzo, y una segunda oportunidad para elegir una nueva vida, o para quedarnos anclados en nuestros recuerdos. Todo lo que fuimos es una historia de emociones, de sorpresa y de miedos compartidos, es muchas vidas concentradas en una sola y la confirmación de que después de todo, el amor es lo único que nos mantendrá vivos y que nos salvará de la soledad no escogida. No podemos dar aquello que no tenemos, y a veces necesitamos una vida entera para aprender que para amar, lo primero que debemos de hacer es empezar por nosotros mismos.
A través de las vivencias de Alfonso, Daniela, Pablo y Blanca, descubriremos a Claudia, una mujer a la que la vida le brinda esa esperada segunda oportunidad, y solo ella podrá decidir si elige empezar de nuevo, o si por el contrario prefiere despertar cada día con sus recuerdos. El final está escrito para todos, pero podemos elegir el camino que nos lleve hasta él, aunque este sea el más difícil de todos.

Sobrevivir a un accidente mortal, elegir entre odio o perdón, observar la vida tal y como nos gustaría verla, abandonarlo todo para crear una familia en un país remoto…
Este libro habla de la esperanza y del optimismo, relatos inspirados en historias de personas comunes que, tras vencer sus miedos, deciden aprovechar la segunda oportunidad que les brinda la vida. Olvidando los errores del pasado y las decisiones por culpa de las que eligieron un camino equivocado. Una lectura escrita por y para las emociones, transportándonos en ocasiones a un mundo de fantasía, lejos de la realidad en la que se inspira. Somos creadores de nuestros sueños, y creer en ellos es el primer paso para cumplirlos. Nuestra vida sólo cambiará cuando seamos lo suficientemente valientes como para cambiar algo dentro de nosotros, seremos entonces dueños de nuestro destino.
• Laura Riñón Sirera (Zaragoza, 1975), estudió la carrera de Derecho, pero en cuarto curso dejó las leyes para trabajar de auxiliar de vuelo. Ha vivido en varias ciudades y paseado por todo el mundo. Cuando está en tierra firme, trabaja como coach y motivadora. Es autora del blog Palabra de Laura, y este libro de relatos es su debut literario, narración de la que se declara forofa y con la que se siente más identificada.