www.paquebote.com > LUIS ENRIQUE ALONSO
Un barroquismo asfixiante, recargado, amnésico, aprensivo, visual, individualizante y complejísimo enmarca toda nuestra cultura de consumo como etapa, de momento última, de un proceso que empezó justamente por lo contrario, por un canto a la simplicidad, a la funcionalidad y a los beneficios ahorrativos del industrialismo frente al ornamento superfluo. En este lúcido y minucioso análisis el autor aborda el fenómeno del consumo como práctica social concreta que sintetiza un conjunto de fuerzas y que tiene una dimensión de política concreta de lucha desigual por la distribución del excedente y del sentido realizada por grupos sociales concretos.
Se estudian aquí exhaustivamente tanto los fundamentos teóricos (en autores como E. Goblot, P. Bourdieu, R. Barthes o Z. Bauman) como las formas histórico-sociales de consumo asociadas al modo de regulación fordista y a la sociedad de consumo de masas, su crisis, transformación y fragmentación. En la llamada nueva sociedad de consumo se ha multiplicado la cantidad y la complejidad de estilos de vida, y el horizonte de aspiraciones de gran parte de los colectivos integrados (y excluidos) de la producción mundial. El autor concluye que es necesario resituar en el centro del debate público la política, un proyecto que apunta hacia la construcción de una democracia radical, capaz de poner el mercado al servicio de la sociedad para salir del bloqueo civilizatorio que supone la sociedad al servicio del mercado.
Luis Enrique Alonso, Catedrático de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid, está especializado en sociología económica y del consumo, así como en temas de investigación cualitativa. Entre sus libros destacan: "La mirada cualitativa en sociología" (1998), "Trabajo y ciudadanía" (1999) y "Trabajo y postmodernidad" (2001).
Se exponen procesos sociales, resortes comunicativos y los discursos como dispositivos de investigación social
Col.Ciencia Serie Política y Sociología nº249
La financiarización de las relaciones salariales aborda el estudio de la crisis actual más como un ataque del sector financiero para obtener los recursos que todavía no controla (públicos, sociales, comunitarios) que como una simple depresión del ciclo de negocios; ataque que, como se está observando, es capaz de derrumbar Estados y de desarticular instituciones nacionales y supranacionales. En este libro, Luis Enrique Alonso y Carlos J. Fernández Rodríguez han compilado las aportaciones de destacados economistas y sociólogos para estudiar cómo el proceso de financiarización ha tenido consecuencias sociales irreversibles en las relaciones laborales, e incluso, de manera más general, en el lugar que el trabajo ocupa en las sociedades salariales contemporáneas. Asimismo, se analiza la forma en la que el actual proceso de hegemonía del sector financiero ha generado un nuevo uso intensivo y precario de la fuerza de trabajo, una ruptura efectiva del pacto distributivo (sobre todo de los restos del pacto keynesiano), una degradación genérica de las instituciones públicas estatales y, en su conjunto, un hundimiento de lo social como valor orgánico, independiente y supremo a proteger.
• Autores: Luis Enrique Alonso, Carlos J. Fernández Rodríguez (eds.), Daniel Albarracín Sánchez, Nacho Álvarez Peralta, Ernesto R. Gantman, Cesar A. Giraldo Giraldo, Eduardo Gutiérrez Benito, Rafael Ibáñez Rojo, Pablo López Calle, Ángel Martínez González-Tablas, Miguel Martínez Lucio, Robert MacKenzie, Arjan B. Keizer, Lefteris Kretsos, José Miguel Rodríguez Fernández, Santos M. Ruesga Benito, Antonio Santos Ortega y Alain Supiot
n los últimos años han sido numerosos los intentos de interpretar la deriva social, política y cultural de Occidente desde las ciencias sociales. Sin embargo, no ha sido tan frecuente abordar dicho análisis desde la producción y la construcción de los discursos de las grandes factorías de sentido, que no solo sirven para legitimar procesos como el de la desregulación sino que además modelan una subjetividad adaptada a un supuesto nuevo espíritu del capitalismo. Nuevo espíritu que no reconoce ningún freno social para sus oportunidades de negocio.
La publicidad, el marketing, la propaganda política, la imágenes, las ficciones, los instrumentos tecnológicos, los estilos de vida y las formas de consumo, por citar sólo unos cuantos ámbitos de socialidad, han producido un ingente torrente de nuevos discursos que dan sentido a las prácticas de actores que se desenvuelven en un nuevo modo de regulación o en una nueva forma disciplinaria, caracterizada, precisa y paradójicamente, por la desregulación financiera y la violencia simbólica de la imposición de los códigos del mercado total.
Este libro sin duda contribuye a esta reflexión, no tan frecuente, iluminando al lector el complejo mundo de la economía, la empresa y la política de Occidente.