En estas páginas hay amor, mucho, y dolor, insoportable; hay muerte en vida y destrucción, pero también justicia y esperanza. A través de esta novela y sus protagonistas, Jaume Sanllorente nos acerca una realidad impresionante y mal conocida: la del tráfico de seres humanos y la de las personas que dedican su vida a luchar contra él.
Alma, Tessa, Quique, Danilo, Carol y Glenda son producto de la imaginación del autor, pero han sido creados a partir de hombres y mujeres de carne y hueso cuya peripecia cotidiana, incansable y tenaz les convierte en auténticos héroes.

Cuando los cristianos rezamos el credo, conectamos con la fe que tuvieron muchos cristianos antes que nosotros. Eso exige explicar paso a paso las expresiones de esta oración. Es lo que hace un catequista a partir de las preguntas de tres niños. Si seguimos sus explicaciones y las ilustraciones que las completan, también nosotros podemos decir de verdad: «Sé lo que creo».

Una descripción de los momentos más emblemáticos de la historia del Atlético de Madrid desde el punto de vista de tres integrantes de una misma familia, tres generaciones unidas por los mismos colores. La obra narra momentos históricos en la historia colchonera como la mudanza del estadio Metropolitano al Vicente Calderón, convirtiéndose en un homenaje necesario al estadio de la ribera del río Manzanares poco antes de que se produzca una nueva mudanza para los atléticos. El vasto conocimiento musical del autor sirve además como banda sonora, y cada fragmento tiene como colofón una pieza musical de la época, piezas recogidas en esta lista de Spotify como acompañamiento al libro.
“Y, de repente, una noticia que anticipaba un cambio en los modos y costumbres. Aunque todavía quedasen por delante unos cuantos partidos, había un cierto aire de nostalgia y de despedida. Tocaba mudarse. Siempre cuesta abandonar la casa habitual y hacerse al entorno de un nuevo hábitat. ¿A dónde? Cerca del río Manzanares. Allá en la zona sur de la ciudad, donde acababa Madrid, o casi. Entonces, todo eran huertas. Luego, a su vera, trazaron una carretera que se hizo muy popular.”
“Aún no sabe muy bien cómo ni cuándo empezó a sentir en su interior al Atleti. De su infancia más tierna apenas recuerda cómo los niños de la guardería iban disfrazados durante el carnaval. Unos, de vaqueros; otras, de princesas; y él, de rojiblanco. Uniforme completo de manga larga, allá por 1992, con una pequeña pelota de fútbol entre sus manos.
–Papá, es que el escudo del Atleti sonríe. Está como contento, enseña los dientes –decía Gabi.”
“El estreno como socio de Valentín fue feliz. Al poco, dos títulos ganados. Dos finales de la Copa del Generalísimo (1960 y 1961), que vaya usted a saber por qué (quizás porque le pillaba mejor a Franco viniendo desde El Pardo o porque se sabía el camino de cuando venía cada 1 de mayo a las llamadas Demostraciones Sindicales) se jugaban en el Bernabéu, aunque el rival fuera en ambos casos el mismísimo Real Madrid.”
Julio Ruiz Llorente(Madrid, 1952) comenzó a trabajar en el diario Marca en 1976. Entonces, al considerar incompatibles su militancia activa y su función periodística, abrió un paréntesis en su historial como socio del Atleti. ¡Cómo han cambiado los tiempos!