A lo largo de la historia del hombre, diferentes especies y variedades vegetales han jugado un papel más o menos determinante en la alimentación humana. Estas variedades vegetales han sido resultado, tanto del esfuerzo en selección realizado por los agricultores como de la adaptación al medio durante muchas generaciones.
En el caso de Asturias la generación y conservación de esta diversidad genética local, esto es, de las variedades tradicionales, se vio favorecida tanto por la orografía como por la organización territorial y las costumbres del medio rural asturiano. La orografía asturiana, constituida por múltiples valles, dificulta la comunicación y, en consecuencia, el intercambio de materiales vegetales entre los agricultores. Por otra parte, la tendencia al autoconsumo de las explotaciones familiares facilitó la preservación y evolución de las propias variedades locales. Todo esto ha dado lugar a que Asturias disponga de una enorme riqueza o variación dentro de las especies cultivadas tradicionalmente en la región.
En las últimas décadas el medio rural ha experimentado notables cambios en lo relativo a los tipos de cultivos o a los métodos de producción. Estos cambios no sólo afectan a las especies cultivadas, sino también a las variedades dentro de las especies. Por ejemplo, el cultivo de judía grano en Asturias ha experimentado un notable desarrollo en la última década; sin embargo, dicho desarrollo se ha basado en el cultivo del tipo "faba granja asturiana", lo que ha desplazado el cultivo de otras variedades tradicionales de judía grano. En esta publicación se pretende resumir el trabajo desarrollado por el SERIDA en los últimos 15 años en lo referente a la conservación, caracterización y utilización de las variedades locales de judía. El presente trabajo, además de facilitar el conocimiento de la gran diversidad de fabas que tenemos en Asturias, muestra la metodología y esfuerzo desarrollados para su caracterización y posterior utilización, por medio de la mejora genética , para seleccionar y poner a disposición del agricultor las semillas más adecuadas para propiciar un cultivo sostenible y rentable.
Esta publicación se encuadra en la línea de genética vegetal, en la que quizás el principal logro sea la obtención y puesta en circulación de semillas de calidad, sin duda uno de los frutos más importantes de la conexión entre la investigación y el desarrollo, y quizás el mejor exponente para definir el nivel de modernización de un cultivo.

A lo largo de la última década, el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (SERIDA), en colaboración con el Área de Genética de la Universidad de Oviedo, han desarrollado programas de mejora genética con el objeto de incorporar caracteres que mejoren la rentabilidad del cultivo de Faba Granja en Asturias. Como fruto de este trabajo, se han llegado a obtener una serie de líneas esencialmente derivadas de la variedad comercial ´Andecha´ pero que son portadoras de nuevas combinaciones de genes que permiten minimizar algunos de los problemas que afectan al cultivo. En este trabajo se presentan todos los datos reunidos en cada una de estas líneas tras varios años de evaluación en campo, con el objeto de que el sector implicado disponga de la información más completa antes de tomar decisiones. Al fin y al cabo serán los agricultores, envasadores, transformadores y consumidores quienes tengan la última palabra en la utilización y distribución de alguno de estos materiales. Para facilitar la interpretación al lector, los resultados se muestran en histogramas, aunque en el anexo de la publicación aparecen todos los datos reunidos en diferentes tablas junto con el análisis estadístico. Así mismo, en el texto se informa de los métodos de mejora genética clásica seguidos para la obtención de cada una de estas líneas.