www.paquebote.com > Jaime Siles
Jaime Siles (Valencia, 1951) es catedrático emérito de Filología Latina de la Universi¬dad de Valencia. Sus libros han merecido el Premio Ocnos (1973), el Premio de la Crí¬tica (1983), el Premio Loewe (1989), el Pre¬mio Generación del 27 (1998) y el Premio Jaime Gil de Biedma (2018). También ha recibido el Premio Teresa de Ávila (2003), el Premio de las Letras Valencianas (2004) y el Premio Andrés Bello (2017), estos tres por el conjunto de su obra. Este nuevo libro de Jaime Siles, Doble fon¬do, ahonda en la línea de su pensamiento y profundiza en su sistema de dicción, a los que añade e incorpora un abanico de núcleos temáticos, todos ellos interrelacionados entre sí, en torno a los que la poética existencial de su autor traza y teje una lúcida y rigurosa reflexión sobre el Ser del Tiempo, del Yo y del Poema, la na¬turaleza del signo, la reverberación de la memoria y los espectros de la identidad. Poesía, pues, de conocimiento, en la que los recursos del lenguaje son tensados hasta el máximo de sus posibilidades y en la que los límites entre poesía y filosofía, sin confundirse, se llegan a identificar.
Inscrito en la línea de la poesía meditativa y existencial, iniciada por el autor en Himnos tardíos, Pasos sobre la nieve y Actos de habla, con los que forma un continuum, este nuevo libro de Jaime Siles amplía y desarrolla una serie de temas y motivos propios de su escritura última –como la permeabilidad del espacio y del tiempo, la misteriosa percepción del instante y las perplejidades ysorpresas del yo cada vez que intenta enunciarse– y añade otros como el del proceso de desidentidad que supone la consciencia de la muerte, la aceptación del dolor y el sentimiento de la pérdida, aunando metafísica y metapoesíaen un todo difícilmente separable, que objetiva tanto una cosmovisión como una filosofía de la vida y una exigente poética. Arquitectura oblicua presenta, pues, bajo una amplia variabilidad formal una coherente unidad de pensamiento, en la que inteligencia y emoción se aúnan en una elegía, más germánica que latina, constituida por tantas instancias de discurso como voces hablan en el poema.
Horas extra alude en su título a una dualidad: la de la poesía, entendida como un vivir más y más intensamente la existencia; y también a un hecho concreto personal: el accidente de tráfico sufrido por su autor en diciembre de 1997, después del cual todo el tiempo recibido es interpretado como un regalo, como un don.
El lector encontrará aquí un Siles igual, pero distinto: un Siles más lírico que intelectual, que ha dejado atrás la concepción orgánica del libro simbolista y la ha sustituido por otra, en la que la estructura no viene dada por el orden y simetría de sus partes sino por la concatenación de los poemas en y desde su más íntima unidad.
El mundo poético de Jaime Siles (Valencia, 1951) posee una evidente coherencia simbólica. Su poesía no sólo ha construido una identidad, sino también un lenguaje que la define. A través de ese lenguaje poético se produce una traducción de lo sensitivo y una creencia en la representación verbal de la realidad, una fe en el lenguaje como baluarte del pensamiento y del sentimiento, y una voluntad decidida a no renunciar ni a la palabra ni al silencio entendidos ambos como formas de expresar la vida.
1ª edición.
Dentro de la trayectoria de Jaime Siles, Pasos en la nieve aparece como un generoso muestrario de los nuevos tonos, las nuevas inquietudes, los nuevos territorios conquistados por su poesía. Como apreciará el lector al adentrarse en sus páginas, junto a las partes que prosiguen ese «diálogo inteligente, entre irónico y fascinado, con la tradición», señalado por Octavio Paz, conviven otras que apuestan por el poema discursivo, el monólogo dramático, meditativo y desesperanzado. Además de los metros clásicos —sonetos, romances, paralelismos de la lírica tradicional— y la reivindicación de la rima, Siles no descuida su prospección de formas de expresión más libres.
Pero con ser importante, la mayor innovación no es la formal. La inteligente relectura de la tradición da paso a una incorporación de la emoción vivida y de elementos autobiográficos en los versos. El espacio dialoga con el tiempo, y a la construcción «dramática» de diferentes personajes, homenajeados por su manera de vivir y de morir, le sucede una sentida reflexión sobre el dolor, una meditación sobre la muerte y sobre las «sombras en el reloj» de la última parte del libro. Después de que el sujeto lírico se pregunte «¿Es el poema tiempo / o es el poema ser? / ¿Es el poema agua / o es el poema sed?», sus versos ya no pueden seguir siendo los mismos. Ahora traen, también, «un sentimiento íntimo de vida / y una emoción de tiempo, / como todo lo inútil, necesario». En la nieve intocada del ser, avanzan los pasos de la memoria.
"La mejor antología disponible, hoy por hoy, de la lírica de la Edad de Oro." (Miguel García Posada, "El País")