www.paquebote.com > JOAQUIN GARCIA ROCA
¿Cabe pensar en una mística o espiritualidad de la solidaridad, más allá de la fragmentación de las sabidurías, las religiones y las morales, compartida en el espacio público? El hecho que obliga a caminar hacia una espiritualidad común de la solidaridad es el carácter global de los procesos de exclusión y empobrecimiento, que traspasa fronteras nacionales. En la producción de la exclusión hay elementos estructurales que empujan y orillan, elementos subjetivos que destruyen los dinamismos vitales y contextos de proximidad que fragilizan las relaciones y las redes sociales. Ninguno de ellos puede entenderse hoy sin referencia a los procesos actuales de mundialización. Las fronteras actuales no detienen las finanzas, ni las mercancías, ni el turismo, ni la movilidad. Pero tampoco detienen las exclusiones, que condenan a gran parte de la humanidad a no dar por supuesta la vida.
Este libro pretende colaborar en la actualización de una espiritualidad para el voluntariado del siglo xxi. Es una espiritualidad ecuménica, abierta a todos los seres humanos; transreligiosa, para un mundo laico y secular; cotidiana en los espacios de la inmediatez y en las vibraciones de la carne, y ecológica, con voluntad de integralidad. En la creación de esta espiritualidad confluyen tradiciones religiosas, experiencias estéticas y concepciones filosóficas, pero, sobre todo, el coraje de hombres y mujeres corrientes que con sus vidas abren cada día caminos nuevos para vivir solidaria y esperanzadamente.
¿Es lícito y ético organizar la convivencia mundial en torno a la seguridad de las sociedades que se sienten amenazadas? El derecho a la propia seguridad ha desplazado el resto de los derechos a un muy segundo plano. Inseguridad e incertidumbre son compañeros de nuestra vida diaria. En ese caldo de cultivo nace la ideología de la seguridad. Hay que localizar los campos en que surge y comprender que la alternativa a la inseguridad no es la huida alocada a una siempre insuficiente seguridad, sino la construcción de una comunidad libre y justa. No son salidas ni el poder político-militar ni el económico; incluso las alternativas asistenciales tienen sus limitaciones. La seguridad vendrá de la mano de la diversidad cultural, la tolerancia y el respeto de los derechos humanos (y en ello pueden jugar un papel no pequeño las religiones). Paradójicamente es la inseguridad vivida como revelación de la fuerza del débil y como horizonte la que permitirá superar la tentación de los totalitarismos securizantes actuales.
Cuadernos de educación para la acción social: Identidad.
COLECCIÓN INSTITUTO DIOCESANO DE TEOLOGÍA Y PASTORAL
Una experiencia de inserción comunitaria. Muestra la alianza entre la Universidad y los marginados.