978-84-127231-0-6
CAMBIAR DE MOSCAS
JESUS TISCAR JANDRA
Editorial: MARLI BROSGEN Fecha de publicación: 23/10/2023 Páginas: 213Formato: Rústica
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El presente trabajo contiene los elementos principales de una metodología aplicada a la estimulación cognitiva en bebés de 0 a 24 meses dentro del ámbito de la atención temprana. El desarrollo en los primeros meses de vida se produce como un continuo camino acelerado. En este periodo se asientan las capacidades básicas esenciales, tanto las motrices como las cognitivas y afectivas constituyendo un andamiaje indispensable incluso para nuestra vida adulta. En este sentido resulta interesante hacer una actualización de los conocimientos sobre el desarrollo, especialmente de las funciones ejecutivas en los bebés, todo un potencial no siempre conocido y no siempre cultivado de manera óptima.
Esta novela es una distopía cargada de imaginación y una dosis de realidad. Su protagonista descubre la grandeza de la humanidad a través de las vivencias con sus personajes, de la misma manera sufrirá con sus miserias y perversiones. Se verá empujada a luchar para vivir con plenitud un futuro que, de algún modo, siempre reposa en nuestras manos.
Nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para abrir los ojos.De la mano de la protagonista de Siete escalones de mierda, Ana, descubriremos que, en ocasiones, una vida ordenada y aparentemente normal esconde otra realidad bien diferente.
Como si se tratara de un thriller de ficción, este libro relata cómo el más poderoso monasterio cisterciense del Reino de Valencia, Santa María de Valldigna, se mantuvo en abierta rebeldía frente al rey y frente a Roma durante cinco años (1665-1670). En clave narrativa se reconstruyen los «raros y nunca oídos sucesos» que se produjeron allí: monjes atrincherados y armados, huidos y presos; intentos de asesinar al fraile comisario-visitador castellano enviado por Su Majestad; y un enorme escándalo sacrílego en el convento de la Zaidía, donde profesaban las damas de la nobleza. Como trasfondo, la posibilidad de contemplar con inusual detalle el complejo funcionamiento de las estructuras sociales, políticas y jurisdiccionales del Antiguo Régimen; la autoridad de la Monarquía y otros poderes oligárquicos, aquí agriamente enfrentados; y los límites del absolutismo. La coyuntura era crítica: la minoría de Carlos II y la pugna por el control del gobierno, con la regente doña Mariana y su confesor Nithard enfrentados a Juan José de Austria. Las fuentes son excepcionales, en volumen, procedencia --de todos los actores-- y calidad; en particular, el relato escrito por el visitador, notable pieza autobiográfica que recibió cumplida réplica.
Tremendas es una recopilación de diez reportajes de la periodista Majo Siscar, donde las mujeres son la fuerza telúrica. Mujeres anónimas que desafían un mundo que siempre nos han contado los hombres. Recogidas en sus 8 años como corresponsal en América Latina, en estas historias la autora huye del relato periodístico habitual para conformar un mosaico que retrata las desigualdades de las sociedades donde están inmersas.
«Melisa sube al ring y siente que el vértigo se detiene, que la lucha cotidiana que implica ser una mujer joven en México es solo un espectáculo. Vicky transita por Madrid como lo hacía por Tegucigalpa, a pesar de que su identidad trans la pone tan en peligro aquí como en el país más violento del mundo. María busca a sus cuatro hijos desaparecidos incluso bajo tierra, y en este afán ha desenterrado la anormalidad cotidiana de un país convertido en una enorme fosa clandestina. Janice y Ema consiguieron que su hija, Gala, tuviera los mismos derechos que cualquier otra criatura al legalizar a su familia mucho antes que otras parejas lésbicas de países como Alemania, por ejemplo. Las comadres del techo del mundo tienen, en su conocimiento ancestral, soluciones para reducir la mortalidad materna en Bolivia. La mutilación genital femenina no es una herida exclusiva de mujeres africanas o asiáticas. En Colombia, el pueblo emberá la practica, pero jóvenes indígenas como Francy se rebelan y se han organizado para erradicarla. Alejandra siembra la amapola que se convertirá en heroína en la costa oeste de los Estados Unidos. Es uno de los pocos cultivos que le permite sacar adelante a su familia mientras el marido y los hijos mayores emigran y la dejan sola.»
Inspirada en hechos reales, Flores negras es un rotundo alegato contra la indiferencia y la normalización de la violencia verbal, física o sexual hacia las mujeres.
Un thriller extraordinario y original que nos obliga a reflexionar sobre la condición humana y nuestras contradicciones.
Berta Martos es locutora de radio en un programa nocturno. Está acostumbrada a que las llamadas de sus oyentes hablen de soledad y desamor, pero la de esta noche es diferente: al otro lado de la línea telefónica un disparo interrumpe la conversación que mantiene con un desconocido que está a punto de hacerle una confesión. El escándalo estalla en las redes sociales, donde miles de personas culpan a la periodista de lo sucedido y exigen su cabeza para saciar su sed de justicia.
Sometida a una excedencia forzosa, Berta decide refugiarse en casa de su madre, una famosa actriz retirada hace décadas que quiso aislarse de todo en un pueblo olvidado del mundo en una finca que alberga un inquietante jardín de flores tropicales.
Un pintoresco lugar en el que los fantasmas del pasado no tardarán en unirse a los del presente y poner a prueba la coraza que Berta ha construido para sobrevivir.
«En el extremo más alejado, se encontraba el rincón del paraíso. Un rectángulo, de siete metros por tres, delimitado desde el cielo por una descontextualizada enredadera repleta de racimos de una flor carnosa, de color turquesa y forma rara. De uña. De uña bestial. De garra. Decenas, centenares de uñas vegetales de color turquesa colgadas de un delicado enrejado verde. Uñas de pájaro. Un emparrado de jade. Habían crecido tanto que casi tocaban los extremos de las flores que tenían debajo. Aves del paraíso. Parecía que jugaban a las estalactitas y las estalagmitas, flores que caían y flores que se elevaban a punto de unirse en aquella gruta psicodélica donde siempre se le erizaba a uno la piel de la nuca. El sistema de riego mantenía una humedad constante que nutría a aquellas flores llenas, gruesas, egoístas, voraces. Berta no había entrado en aquella esquina extraterrestre desde hacía tiempo. Meses, tal vez años. La miraba siempre desde fuera. Esta vez no se dejó intimidar. Decidió dar el paso. Uno. Y después otro. Y retirando la mirada casi para irse, vio algo. Algo distinto. Algo que no se parecía a nada de lo que había visto antes allí.»