9788490746905
Don Álvaro o la fuerza del sino
Duque de Rivas
Editorial: Verbum Fecha de publicación: 08/08/2018 Páginas: 122Formato: 19,5 x 14 cm.
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Ángel de Saavedra, Duque de Rivas (1791-1865) tuvo una vida turbulenta, apasionada, romántica y contradictoria como la época en que le tocó vivir. Luchó en la guerra de la Independencia y tras ésta se exilió por sus ideas liberales en 1823. Vivió en Londres, Italia y Malta, y en ese momento se apasionó por los autores ingleses de más prestigio entre los románticos (Shakespeare, Byron, Scott). Gracias a una amnistía, regresó a España en 1834 y heredó el título y una gran fortuna, iniciando una evolución hacia posturas más conservadoras. En 1835 estrena Don Álvaro o la fuerza del sino, primer drama español íntegramente romántico y acaso el más representativo del movimiento, pues en ningún otro se acumulan tantos elementos característicos: pasión, misterio, soledad, fuerza ciega de la fatalidad, rebelión, suicidio... Ningún otro consigue fundir tan genialmente estilo culto y llano, verso y prosa, en una acción de desbordada y enloquecida originalidad. La edición de Carlos Ruiz Silva y el apéndice de Juan Francisco Peña, facilitan los datos para que el lector pueda comprender la obra en su propio contexto.
El extreno en 1835 de Don Álvaro o la fuerza del sino supuso en medio de disputas y polémicas, el afianzamiento del drama romántico en España, que se prolongará hasta 1844, año del Don Juan Tenorio de Zorrilla. Apoyándose en Leyendas andaluzas, el duque de Rivas define con maestría el que será el prototipo de héroe romántico: gallardo, aliente, apasionado, entregado a un ideal amoroso, víctima de la intransigencia, los perjuicios sociales y el viejo concepto del honor, y perseguido por un destino aciago, a quien únicamente el suicidio permite reafirmar su libertad individual y exteriorizar su rebeldía y nihilismo. Ningún otro escritor consigue fundir tan genialmente estilo culto y llano, verso y prosa, en una acción de desbordada y enloquecida originalidad.
Edición de Enrique Baltanás
El estreno en 1835 de DON ÁLVARO O LA FUERZA DEL SINO supuso, en medio de disputas y polémicas, el afianzamiento del drama romántico en España, que se prolongará hasta 1844, año del «Don Juan Tenorio» (L 5042) de Zorrilla. Apoyándose en leyendas andaluzas, Ángel Saavedra, DUQUE DE RIVAS (1791-1865), muestra en esta obra su gusto por las situaciones extremas y por los contrastes, y define el prototipo de héroe romántico ?gallardo, valiente, apasionado, entregado a un exaltado ideal amoroso, víctima de la intransigencia, los prejuicios sociales y el viejo concepto del honor, y perseguido por un destino aciago?, a quien únicamente el suicidio permite reafirmar su libertad individual y exteriorizar su rebeldía y nihilismo. La introducción de Enrique Baltanás, responsable de la edición, da cuenta asimismo de la importancia que también desde el punto de vista formal tiene para la literatura española este drama que en 1862 inspiró a Verdi su famosa ópera "La forza del destino".
Edición de José García Templado
Edición de José García Templado
En la larga trayectoria vital de Ángel de Saavedra y Ramírez de Baquedano, más conocido en la historia de la literatura por su apelativo nobiliario, aparecen nítidamente reflejados los avatares políticos e ideológicos por los que pasó la sociedad española durante uno de los períodos más conflictivos de su devenir histórico, así como los cambios literarios que, en gran medida, fueron consecuencia de tales avatares al tiempo que trataban de ejercer sobre ellos su propia influencia.(...) La auténtica y más valiosa identidad romántica de la obra de Rivas procede de la conciencia creadora con que éste supo supeditarse a los principios teóricos de la nueva orientación dramática.(De la Introducción de Rafael Balbín)
En el teatro romántico, la inverosimilitud no siempre debe ser juzgada como el resultado de un error o como una imperfección. Muchas veces, y concretamente en el caso de Don Álvaro, es la necesaria consecuencia de una concepción literaria rigurosamente meditada. En la base de esa concepción está la interpretación romántica y pesimista de la vida, en la que la fuerza del sino y los infortunios que persiguen a Don Álvaro simbolizan la orfandad espiritual del hombre. (...) La visión del mundo de muchos escritores románticos reconoce el fracaso de los valores absolutos aceptados previamente y de las líneas de pensamiento tradicionales. En Don Álvaro Rivas expresó memorablemente esa visión. Si bien evolucionó luego hacia el romanticismo histórico, su fama queda vinculada esencialmente a esta obra innovadora e inconformista.(De la introducción de Donald L. Shaw)