Adama agradece toda su valentía al país que la vio nacer y nunca renegó de sus raíces.Ignoró todo lo que había que ignorar y de las miradas perversas nunca habló.Luchó por sus dos verdades: sus sueños y la insignificancia de las miradas. Caminó confiando en sus pensamientos y en su verdad; por ello decía que el mundo está a falta de verdad.Quien un día la rechazó, en un futuro no muy lejano, abrazó su amistad.

Paola habla de sus tres verdades: firmeza, fe y fortaleza. Para ella las cosas más importantes en la vida son la familia, los amigos y la fortaleza. Si estos tres pilares son verdaderos nada ni nadie te derrumbará. La historia de Paola brilla por su gratitud, sencillez y humildad. Tras un momento frágil hay que pulir y tallar la piedra hasta convertirla en una piedra preciosa. Y para ello vas quitando todo lo que sobra a su alrededor; quedándonos con lo bello, como la vida misma. Bravo, bravo por Paola