Este libro es una aproximación a la vez imaginativa y rigurosa, tierna y crítica, al período crucial de la historia de Barcelona comprendido entre la Exposición Universal de 1888 y los albores de la primera guerra mundial, una etapa de relativa estabilidad política y fuertes altibajos económicos, de orden burgués y rebeldía intelectual, de renovación artística y cambios radicales en las costumbres, de grandes desigualdades sociales y grandes ideales de justicia, un período de esplendor y miseria en el que el trabajo y la bohemia, los bailes de máscaras y las bombas anarquistas configuraban la vida de la ciudad.
Rareza inencontrable desde hacía años, Barcelona modernista apareció en 1990 dentro de una colección más amplia, dedicada a las ciudades en algún momento decisivo de su historia. Como explica Eduardo Mendoza en la presente edición, este libro no trata del Modernismo en tanto que movimiento artístico, sino de la ciudad de Barcelona en la época en que el Modernismo operó en ella una metamorfosis radical y, en cierto modo, mágica.
Una refinada evocación, por medio de la palabra y de la imagen, de Barcelona en un momento crucial, o, más exactamente, de la memoria colectiva que dejó aquel período, hecha de conocimientos ciertos y de trasposiciones conscientes o inconscientes, como ocurre sin excepción con la memoria de los hombres.