Desde que descubrió a los krippys, esos bichos invisibles taaaaaan frescos, Víctor no tiene ni un minuto para tumbarse a la bartola. Ahora debe evitar que los niños de la ciudad se coman a unos que parecen caramelos y que otros que adoran el metal devoren la silla de ruedas de su amiga Luisa. ¡Esto sí son tareas y no las del cole!

Víctor y sus amigos Recaredo y Leonarda han ido de excursión a una especie de zoo en el que viven los Krippys, esos bichos invisibles un poco liantes. En realidad, allí solo están los más feos, los más ruidosos y los más peligrosos... Vaya, ¡lo mejorcito! ¿Adivináis a quién le tocará echarles una mano con sus problemillas?

A Víctor le acaban de poner gafas ¡Pero son las gafas más raras del mundo! Ahora, además de ver mejor, puede percibir cosas que antes le resultaban invisibles.
¿Cómooo? Pues sí: por imposible que parezca, Víctor se ha dado cuenta que el mundo está lleno de innumerables tipos de criaturas que no había visto nunca. Y lo peor es que van a complicarle (¡y mucho!) la vida

¿Lunáticos? ¿Mascotas moribundas? ¿Burubrú?
Víctor está hecho un lío (¡y de los gordos!). Desde que la hechicera Rondal de Fulcro le encasquetó unas gafas mágicas, es capaz de ver a los Krippys, estas criaturas diminutas que habitan entre los humanos y que ya le han causado algunos problemillas. Hay Krippys que roban cuadernos escolares para hacer horchata, otros que llevan un globo en la cabeza para poder volar? ¡Hay montones y todos son rarísimos! La poca ayuda de Victor es una especie de hipopótamo azul con alas y Recadero, que puede ponerse sus gafas cuando es necesario. ¿Pero logrará apañárselas para que su vida vuelva a ser algo más «aburrida»?