En este libro Concepción Reverte Bernal hace una síntesis de lo que ha sido la narrativa histórica peruana desde los años 80 del siglo XX hasta nuestros días, la cual se ha centrado preferentemente en la etapa bajo el gobierno español, desde la conquista a las guerras de la independencia. El presente ensayo aborda los principales autores de novelas y cuentos del período, destacando la bibliografía histórica que utilizan y su transformación literaria. Los narradores han sido divididos de acuerdo a los tres siglos en que transcurren sus obras: el siglo XVI, que refleja las dificultades de la conquista antes de su consolidación, tras la derrota de los incas de Vilcabamba; el siglo XVII, de continuación del mestizaje e instituciones hispanas; el siglo XVIII, cuando se aprecian inicios de reforma y levantamientos que conducirán a la declaración de la independencia del Perú, en 1821.

Los conflictos armados afectan a los menores de manera desproporcionada y devastadora y, aunque las estadísticas son fundamentales para conocer la magnitud de este problema, no hay que olvidar nunca que cada niño, cada niña, tiene su propia historia y tenía su propio futuro antes de verse afectado por un conflicto armado de una u otra manera. Los menores se han hecho más vulnerables a causa de las nuevas tácticas de guerra, la ausencia de campos de batalla definidos, el número creciente y diversificado de partes en la contienda, los ataques deliberados a zonas de refugio como escuelas u hospitales. Las nuevas características de la guerra, en particular el uso de las nuevas tecnologías, suponen un mayor riesgo para los niños durante las acciones militares. Cada vez es más frecuente ver cómo son utilizados para transportar o colocar explosivos; no suelen ser conscientes de las acciones que son obligados a cometer o las consecuencias que tendrán esas acciones que, a menudo, provocan la muerte de muchos civiles. De otro lado, los Estados están deteniendo cada vez a más niños vinculados con grupos armados paramilitares que han participado de forma directa en combates, lo que implica un tratamiento jurídico-penal diferenciado. Hay demasiados caos en el mundo en los que los responsables de crímenes atroces no se enfrentan a la Justicia y la comunidad internacional debería dejar claro que no se tolerarán delitos de esa magnitud, o, de lo contrario, renunciaremos a la esperanza de la futura generación.

¿Cómo identificar los casos que requieren aplicar la perspectiva de género para ser resueltos conforme a derecho? ¿Cuándo surge esa obligación? ¿Es la misma en las distintas etapas del proceso judicial? ¿Determina la elección del material jurídico aplicable al caso? ¿Exige interpretar de manera diferente las normas jurídicas? ¿De qué manera impacta en la práctica y valoración de la prueba? ¿Cómo influye en las argumentaciones con las que se justifican las decisiones judiciales? ¿Qué técnicas son las más adecuadas para aplicar la perspectiva de género en un proceso judicial? Estos son algunos de los interrogantes que abordaremos para comprender en qué consiste la obligación de juzgar con perspectiva de género.

Hay obras de arte que tienen la virtud de suscitar nuestra curiosidad, excitar nuestra imaginación y hacernos perseguir un significado oculto. Son pinturas que poseen un halo de misterio, a veces aterrador y cruel, pero igualmente atractivo e irresistible, no apto para espectadores ingenuos o superficiales, sino para observadores de emociones intensas que se preguntan sobre el más alá de las cosas.