• ISBN: 9788430009732
• Estado: Bueno.

Blas Infante Pérez nació en el pueblo malagueño de Casares, el 5 de julio de 1885, hijo de Luis Infante Andrade y Ginesa Pérez de Vargas y Romo.
Estudia el bachillerato en Archidona. En 1906 se licencia en Derecho por la Universidad de Granada, donde además estudió Filosofía y Letras.
En 1915 aparece la primera edición de una obra maestra: El Ideal Andaluz. A partir de este momento, crece
la llamarada del andalucismo en torno a Blas Infante.
En 1917 se celebra la primera Asamblea de las Provincias Andaluzas. En las de Ronda y Córdoba, 1918 y 1919, los andalucistas dan a conocer los símbolos del
pueblo andaluz: el himno (" ¡Andaluces levantaos, pedid tierra y libertad! "), la bandera blanca y verde y el lema ("Andalucía por sí, para España y la Humanidad").
En 1931, Blas Infante participa en las elecciones constituyentes. A las infamias que las derechas sevillanas y el Gobierno arrojaron sobre la Candidatura andalucista, Blas Infante respondió con La verdad sobre el Complot de Tablada y el Estado libre de Andalucía.
La Asamblea de Córdoba de 1933 aprueba el "Anteproyecto de bases para el Estatuto de Andalucía". Blas Infante, con las Juntas Liberalistas de Andalucía, no cejará en propagar las ideas del andalucismo, la necesidad de plantear la autonomía de Andalucía, hasta que consigue la formación de la comisión "Pro Estatuto", entre abril y junio de 1936.
Cuando Blas Infante está a punto de alcanzar un primer paso importante de su proyecto por la liberación de Andalucía, estalla la guerra civil. El 2 de agosto de 1936 es detenido, en su domicilio, en Coria del Río. La madrugada del 10 al 11 de agosto, en el kilómetro cuatro de la carretera Sevilla-Carmona, el Padre de la Patria Andaluza cae fusilado./
"Blas Infante -escribe José Luis Ortiz de Lanzagorta- es hoy la figura histórica.el testimonio y el patrimonio ejemplar de toda Andalucía en su larga lucha por Ia autonomía y la libertad". Y el día de su muerte, como bien dice Manuel Ruiz Lagos, "debe ser una fecha de partida. La meta final no tiene límites, porque su horizonte es tan amplio como nuestra esperanza
de pueblo autónomo".