9788470350962
DAMA DE URTUBI Y OTROS CUENTOS
BAROJA PIO
Editorial: CARO RAGGIO Fecha de publicación: 13/11/2010Formato: Rústica
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Escritas entre 1907 y 1911, en una época en que el propio Baroja consideraba que «estaba en el máximo de energía intelectual», las novelas La dama errante, La ciudad de la niebla y El árbol de la ciencia reflejan en gran medida la concepción del mundo y del hombre que tenía su autor. Ofrecen, en ese sentido, una excelente oportunidad para, con ocasión del cincuentenario de su muerte, conocer a uno de los narradores más brillantes en lengua española, que sedujo, entre otros, a escritores tan distintos como Ortega y Gasset, Antonio Machado, Camilo José Cela, Josep Pla, Ernest Hemingway y Juan Benet. La dama errante, que abre la trilogía, se inspira en el atentado perpetrado en la madrileña calle Mayor contra los reyes de España el día en que se casaron (31 de mayo de 1906), y que impresionó vivamente a Baroja porque conocía a varios de los que intervinieron en él. El doctor Aracil, que vive con su única hija, María, simpatiza un día con Nino Brull, un terrorista catalán. Tras cometer el atentado, Nino Brull busca refugio en casa del doctor. La policía busca al doctor por sus conexiones con el terrorista, y Aracil y María huyen a Portugal, desde donde partirán a Inglaterra.En La ciudad de la niebla, Baroja retoma las andanzas del doctor Aracil y su hija María. Instalados ya en Londres, padre e hija permanecen unidos hasta que el doctor se casa con la señora Rinaldi, una viuda sudamericana. Tras la boda, María lucha en soledad por abrirse camino en la dureza de la vida londinense.La tercera novela, El árbol de la ciencia, es la más autobiográfica de cuantas escribió Baroja y también la más conocida. Narra en ella la vida de Andrés Hurtado desde el comienzo de sus estudios de medicina. El menor atisbo de felicidad asoma en su existencia vulgar: una facultad agria, una familia poco afectuosa y unos amigos nada generosos. Su propia profesión le sirve para odiar más a los hombres, y sólo junto a Lulú, una muchacha atrevida y que rebosa ternura, encuentra Andrés cierta felicidad.
Pío Baroja cedió continuamente a la tentación de verter en su extensa obra opiniones, juicios y sentencias sobre una variedad de asuntos tan amplia (ciudades y libros, autores y corrientes filosóficas) como su insaciable curiosidad. Miguel Sánchez Ostiz se ha encargado de seleccionar estos fragmentos, cuidando siempre de no descontextualizarlos, pero asombrándose él mismo, a medida que avanzaba en su trabajo, de la agudeza, perspicacia y actualidad de este prolífico autor de la generación del 98. Sánchez Ostiz ha querido ir más allá de una simple recopilación de textos, y por ello ha planteado el libro como un original breviario, ordenado alfabéticamente, cuyas voces han sido elaboradas a partir tanto de la obra de ficción como de las memorias y ensayos. De estas «entradas» afirma que son «voces diversas, opiniones contundentes y sentimentales, retratos apasionados o al vitriolo, sentencias, ideas recurrentes, obsesivas, que dan la medida de la complejidad del pensamiento de Pío Baroja, más hecho de curiosidades varias y matices que de convencionales lugares comunes, de ideas a contrapelo que de conveniencias sociales. El breviario es una incitación a recorrer el vasto mundo barojiano, las páginas menos frecuentadas y por lo mismo menos tópicas que siguen conservando toda su frescura, la de quien no tuvo otro norte que el de ser, cuando menos, sincero».
Tras la recuperación de Las noches del Buen Retiro (Fábula 114) de Pío Baraoja, uno de los grandes autores de la literatura española, Tusquets Editores tiene el privilegio de presentar ahora El laberinto de las sirenas. Fechada en 1923, en la ciudad de Rotterdam, es la segunda novela de la serie «El mar», y una de las obras fundamentales de don Pío, por cuanto nos introduce de lleno en la rica complejidad de su mundo literario -poblado por infinidad de tipos raros y curiosos, siempre insatisfechos, siempre cautivantes para el lector-. A la compleja filosofía que suelen destilar sus narraciones -una filosofía entre el pesimismo melancólico y un vitalismo de corte nietzscheano- se suma en este caso un hermoso homenaje al mundo clásico grecorromano que antaño pobló las riberas del Mare Nostrum. En el agitado Nápoles de los años veinte, el capitán Andía conoce a la ya anciana marquesa de Roccanera, una dama napolitana cuyo pasado parece ocultar una serie de dolorosos recuerdos; Andía descubre asimismo la autobiografía manuscrita del marino vasco Juan Galardi, quien, tras una serie de dolorosas decepciones sentimentales, empieza a trabajar como administrador de una finca de la marquesa Roccanera, un lugar cuyos laberínticos recovecos propician tanto los amores furtivos como las historias de aparecidos y fantasmas. Pero Galardi no tardará en verse arrastrado nuevamente al torbellino de la acción: embarcado en una alborotada singladura por el Mediterráneo, deberá afrontar la más peligrosa de sus aventuras, repleta de lances amorosos y arriesgadas peripecias.
En Las noches del Buen Retiro, Pío Baroja nos ofrece una vivísima evocación, nostálgica pero no menos irónica, del Madrid de finales de siglo, la ciudad de su juventud. Por los jardincillos del mismo nombre, donde se reunían a pasear, charlar y a oír música los madrileños de la más variada procedencia, pasa un abigarrada galería de tipos : políticos, escritores, comediantes, empresarios, curas, usureros, mendigos, damas de alcurnia, hijos de la burguesía, mujeres de mala vida, gente del hampa? Entre ellos está el protagonista, Jaime Thierry (alter ego del propio Pío Baroja, y del joven Maeztu) , un español de sangre extranjera, fogoso de temperamento, que aspira a hacerse un nombre literario en la corte. Thierry tendrá que luchar no sólo contra las asechanzas del mundillo literario y periodístico, sino también contra las convenciones sociales, que entre otras cosas le impiden una relación natural y satisfactoria con las mujeres. En la vehemencia y romanticismo de su ambición, rinde Baroja un homenaje tanto a la juventud como a la ciudad de entonces y sus múltiples caras.
Pío Baroja, uno de los grandes escritores del siglo, melancólico, mordaz y entretenidísimo, puso no menos talento que en sus novelas en esas narraciones breves que son además un concentrado de sus virtudes narrativas. Todos estos relatos son capítulos de esa particular historia de España que pintó Baroja, con trazos seguros y apasionados, convencido de que la mayor higiene sería convertir lo lúgubre en grotesco.