Valencia durante la Guerra Civil. Una chica mutilada, un congreso secreto de la Internacional Comunista, un raro fotógrafo que trafica con retratos obscenos, un doble asesinato en una sórdida pensión, un viejo edificio, antiguas monedas de plata. ¿Tendrían relación unas cosas y otras?, ¿cómo desvelar el enigma?

• Aquilino Cayuela Cayuela, nació en Totana (Murcia), en 1967. Estudió Filosofía en Murcia, Salamanca y Valencia, donde se doctoró en el año 2003, especializado en Filosofía Moral y Política. Licenciado en Teología por la Pontificia Universidad Lateranense comenzó su labor docente en Institutos de Educación Secundaria de la Comunidad Valenciana. Ha sido profesor de Ética en el Pontificio Instituto Juan Pablo II de la Pontificia Universidad Lateranense, y profesor de Filosofía en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas, de la Universidad Pontificia de Comillas. En la actualidad (2010) es Profesor de Filosofía Moral y Política de la Universidad CEU Cardenal Herrera, de Valencia, donde es Vice-decano de la Facultad de Derecho, Empresa y Ciencias Políticas y Director del Departamento de Ciencia Política, Ética y Sociología. Ha impartido cursos de Ética y Filosofía en centros universitarios europeos (Berlín y Copenhague).
Cuenta con numerosos libros de ensayo filosófico, donde destacan: ¿Providencia o Destino? (Erasmus, Barcelona, 2008) y las obras coordinadas: Vulnerables. Pensar la fragilidad humana (Encuentro, Madrid, 2005), Argumentos Bioéticos (Marova, Madrid, 2006) y Path-Ética. Paradoja del humano existir (Marova, Madrid, 2007), por la que recibió en Madrid el Premio Nacional “Ángel Herrera” 2008 a la mejor labor de Investigación en Humanidades.

En el ámbito de la novela ha recibido, en 2008, el Premio Internacional Ciudad de Valencia “Vicente Blasco Ibáñez” de Narrativa en Castellano por El hombre de arena.

la vida de los hombres es vulnerable y con frecuencia debe su supervivencia a otras personas, sociedades y marcos morales y jurídicos. La infancia, la vejez y los estados de enfermedad, por los que todos los hombres pasamos necesariamente, ponen en evidencia este carácter de fragilidad. A lo largo de la «tradución de Occidente», la defensa ética y la protección legal de los estados humanos de mayor debilidad han sido constantes, pero en nuestros días tal defensa se comienza a cuestionar.