Alex Robinson, el autor estadounidense de obras de referencia como Malas ventas, Estafados e Inolvidable, tras un par de incursiones en otros géneros (inéditas en castellano) vuelve a su terreno más conocido, el costumbrismo con protagonismo coral, cuando una pequeña constelación de urbanitas da un paso aterrador hacia lo desconocido: ser padres.
En medio de cenas colectivas, noches de videojuegos y estancias en el hospital, un grupo de amigos, antaño muy unidos, se enfrenta a la forma en que están cambiando sus vidas. Bajo la presión del matrimonio y el paso del tiempo, ¿se aferrarán al pasado, saltarán al futuro o se autodestruirán? No todas las implosiones conducen a un big bang...

Vidas cruzadas en Nueva York
Malas ventas es una novela gráfica de más de 600 páginas, ambientada en el Brooklyn neoyorquino a mediados de los 90, que pone en escena la vida cotidiana de Sherman, un escritor que sueña con publicar y que arrastra su frustración como dependiente de una librería. Su mejor amigo, Ed Velasquez, quiere convertirse en dibujante de cómics de superhéroes. Sherman comparte piso con la pareja formada por Jane Pekar, igualmente aspirante a una carrera como autora de cómic, y Stephen Gaedel, profesor de historia. El grupo se completa con la llegada de Dorothy Lestrade, redactora de una revista chic.

Premio Alph?Art al mejor primer álbum del Salón Internacional del Cómic de Angoulême 2005
Sherman quiere ser escritor, pero trabaja en un librería. Su novia, Dorothy, escribe en una revista, le gusta demasiado la botella y pierde los nervios con facilidad. Su mejor amigo, Ed, quiere ser dibujante de superhéroes, pero de momento se tiene que conformar con trabajar como ayudante de Irving Flavor, una vieja gloria en decadencia. Jane y Stephen son sus caseros, le han alquilado una habitación: Stephen es historiador y Jane sobrevive dibujando cómics; por cierto, no puede ver a Dorothy (la novia de Sherman, ¿recuerdas?).
A lo largo de las más de 600 páginas de esta obra, Alex Robinson nos presenta toda una galería de personajes tan cercanos a nosotros como fascinantes. A veces las historias más interesantes son las de nuestros propios amigos.
?Un goce para exquisitos y degustadores?. Luis Conde. Leer
?Robinson combina con maestría registros como la peripecia emocional, la crónica social o la comedia de situación para ilustrar con acierto un fresco generacional urbano?. Yexus. El Diario Montañés
?La importancia de los pequeños detalles vitales, la acertada construcción de los personajes a partir de los pequeños gestos y emociones, y la voluntad de no embellecer ni física ni éticamente a los personajes caracteriza esta saga. En realidad se trata de una serie de narraciones entretejidas, una especie de cruce en perpetuo movimiento en el que se interrelaciona una serie de personajes que, con sus historias personales, consiguen un equilibrado protagonismo coral?. Pepe Gálvez. Avui

Premio Alph?Art al mejor primer álbum del Salón Internacional del Cómic de Angoulême 2005
Sherman quiere ser escritor, pero trabaja en un librería. Su novia, Dorothy, escribe en una revista, le gusta demasiado la botella y pierde los nervios con facilidad. Su mejor amigo, Ed, quiere ser dibujante de superhéroes, pero de momento se tiene que conformar con trabajar como ayudante de Irving Flavor, una vieja gloria en decadencia. Jane y Stephen son sus caseros, le han alquilado una habitación: Stephen es historiador y Jane sobrevive dibujando cómics; por cierto, no puede ver a Dorothy (la novia de Sherman, ¿recuerdas?).
A lo largo de las más de 600 páginas de esta obra, Alex Robinson nos presenta toda una galería de personajes tan cercanos a nosotros como fascinantes. A veces las historias más interesantes son las de nuestros propios amigos.
?Un goce para exquisitos y degustadores?. Luis Conde. Leer
?Robinson combina con maestría registros como la peripecia emocional, la crónica social o la comedia de situación para ilustrar con acierto un fresco generacional urbano?. Yexus. El Diario Montañés
?La importancia de los pequeños detalles vitales, la acertada construcción de los personajes a partir de los pequeños gestos y emociones, y la voluntad de no embellecer ni física ni éticamente a los personajes caracteriza esta saga. En realidad se trata de una serie de narraciones entretejidas, una especie de cruce en perpetuo movimiento en el que se interrelaciona una serie de personajes que, con sus historias personales, consiguen un equilibrado protagonismo coral?. Pepe Gálvez. Avui

Premio Alph?Art al mejor primer álbum del Salón Internacional del Cómic de Angoulême 2005
Sherman quiere ser escritor, pero trabaja en un librería. Su novia, Dorothy, escribe en una revista, le gusta demasiado la botella y pierde los nervios con facilidad. Su mejor amigo, Ed, quiere ser dibujante de superhéroes, pero de momento se tiene que conformar con trabajar como ayudante de Irving Flavor, una vieja gloria en decadencia. Jane y Stephen son sus caseros, le han alquilado una habitación: Stephen es historiador y Jane sobrevive dibujando cómics; por cierto, no puede ver a Dorothy (la novia de Sherman, ¿recuerdas?).
A lo largo de las más de 600 páginas de esta obra, Alex Robinson nos presenta toda una galería de personajes tan cercanos a nosotros como fascinantes. A veces las historias más interesantes son las de nuestros propios amigos.
?Un goce para exquisitos y degustadores?. Luis Conde. Leer
?Robinson combina con maestría registros como la peripecia emocional, la crónica social o la comedia de situación para ilustrar con acierto un fresco generacional urbano?. Yexus. El Diario Montañés
?La importancia de los pequeños detalles vitales, la acertada construcción de los personajes a partir de los pequeños gestos y emociones, y la voluntad de no embellecer ni física ni éticamente a los personajes caracteriza esta saga. En realidad se trata de una serie de narraciones entretejidas, una especie de cruce en perpetuo movimiento en el que se interrelaciona una serie de personajes que, con sus historias personales, consiguen un equilibrado protagonismo coral?. Pepe Gálvez. Avui

Premio Alph?Art al mejor primer álbum del Salón Internacional del Cómic de Angoulême 2005
Sherman quiere ser escritor, pero trabaja en un librería. Su novia, Dorothy, escribe en una revista, le gusta demasiado la botella y pierde los nervios con facilidad. Su mejor amigo, Ed, quiere ser dibujante de superhéroes, pero de momento se tiene que conformar con trabajar como ayudante de Irving Flavor, una vieja gloria en decadencia. Jane y Stephen son sus caseros, le han alquilado una habitación: Stephen es historiador y Jane sobrevive dibujando cómics; por cierto, no puede ver a Dorothy (la novia de Sherman, ¿recuerdas?).
A lo largo de las más de 600 páginas de esta obra, Alex Robinson nos presenta toda una galería de personajes tan cercanos a nosotros como fascinantes. A veces las historias más interesantes son las de nuestros propios amigos.
?Un goce para exquisitos y degustadores?. Luis Conde. Leer
?Robinson combina con maestría registros como la peripecia emocional, la crónica social o la comedia de situación para ilustrar con acierto un fresco generacional urbano?. Yexus. El Diario Montañés
?La importancia de los pequeños detalles vitales, la acertada construcción de los personajes a partir de los pequeños gestos y emociones, y la voluntad de no embellecer ni física ni éticamente a los personajes caracteriza esta saga. En realidad se trata de una serie de narraciones entretejidas, una especie de cruce en perpetuo movimiento en el que se interrelaciona una serie de personajes que, con sus historias personales, consiguen un equilibrado protagonismo coral?. Pepe Gálvez. Avui

Premio Alph?Art al mejor primer álbum del Salón Internacional del Cómic de Angoulême 2005
Sherman quiere ser escritor, pero trabaja en un librería. Su novia, Dorothy, escribe en una revista, le gusta demasiado la botella y pierde los nervios con facilidad. Su mejor amigo, Ed, quiere ser dibujante de superhéroes, pero de momento se tiene que conformar con trabajar como ayudante de Irving Flavor, una vieja gloria en decadencia. Jane y Stephen son sus caseros, le han alquilado una habitación: Stephen es historiador y Jane sobrevive dibujando cómics; por cierto, no puede ver a Dorothy (la novia de Sherman, ¿recuerdas?).
A lo largo de las más de 600 páginas de esta obra, Alex Robinson nos presenta toda una galería de personajes tan cercanos a nosotros como fascinantes. A veces las historias más interesantes son las de nuestros propios amigos.
?Un goce para exquisitos y degustadores?. Luis Conde. Leer
?Robinson combina con maestría registros como la peripecia emocional, la crónica social o la comedia de situación para ilustrar con acierto un fresco generacional urbano?. Yexus. El Diario Montañés
?La importancia de los pequeños detalles vitales, la acertada construcción de los personajes a partir de los pequeños gestos y emociones, y la voluntad de no embellecer ni física ni éticamente a los personajes caracteriza esta saga. En realidad se trata de una serie de narraciones entretejidas, una especie de cruce en perpetuo movimiento en el que se interrelaciona una serie de personajes que, con sus historias personales, consiguen un equilibrado protagonismo coral?. Pepe Gálvez. Avui

La novela gráfica Malas ventas le valió a su autor, Alex Robinson, sendas nominaciones a los premios Eisner y Harvey. Más malas ventas no es una secuela, sino una serie de historias breves que transcurren en el mismo momento y ligeramente después de la historia original. Los lectores de malas ventas descubrirán nuevos aspectos de la vida del dependiente de librerías y aspirante a escritor Sherman, su novia Dorothy; su amigo, el dibujante de cómics, Ed; y sus compañeros de casa, el profesor de historia Stephen y su novia Jane, también dibujante de cómics.

Robinson demuestra su maestría para recrear relaciones reales como la vida misma y su especial sensibilidad para lidiar con los problemas e inseguridades de sus personajes.

Aunque comparten los mismos personajes Más malas ventas puede leerse independientemente de la novela gráfica original.