El jifero sin alma

Rubén es diferente. Ya desde su infancia siente que la sangre le produce una excitación morbosa e irresistible que le lleva hasta el asesinato, y posteriormente, al encadenamiento de más muertes de forma sanguinaria y cruel. Incluso llega a sacar provecho económico de sus matanzas. Pero se siente solo, cansado y envejecido. Por eso, entre la multitud de secuestros de mujeres jóvenes, busca encontrar su pareja. Alguien que comprenda su forma de vida y subsistencia.
Y es en ese momento cuando Rubén, perseguido y acosado por la policía, conoce a Robert, el cual le revela un lado de sí mismo que nunca imaginó; algo fantástico, pero real, que dará un sentido a su vida. El motivo de por qué tiene esa forma de ser y actuar.